Comienza a disfrutar de la edición extraordinaria
Segunda quincena de Julio de 2008
CARTA DEL EDITOR:
Siguen las discusiones sobre la desmadejada cuestión de una campaña publicitaria en España, donde la firma no tuvo mejor idea, (en rigor de verdad los agentes publicitarios de la misma), que concebir una campaña basada en agroglifos. Es de imaginar la casi inmediata repercusión que dichos elementos produjeron en varios colegas españoles, que movidos vaya a saber porque tipo de resortes, se lanzaron a la caza de ‘pruebas’ sobre los dichos agroglifos.
La respuesta a tan ‘enigmáticos diseños’ no se hizo esperar y quedó a la descubierta que los pretendidos agroglifos no eran ni más ni menos que EL LOGOTIPO de la firma comercial de una conocida bebida alcohólica.
Ante ello, en Redacción se resolvió discutir la posibilidad de una edición extraordinaria a modo de ‘dossier’ sobre este caso español y adosar material atinente. Cuando todos estuvimos de acuerdo, se maquetó un modelo y una vez efectuadas las correcciones, el resultado es el siguiente.
En algunos medios argentinos (Listas en especial), aparecieron las chanzas, ya que no pasó de ser otro ‘chiste de gallegos’. Pero, seamos ecuánimes y leamos el informe de nuestros colegas españoles de Años Luz, que resultaron víctimas de este lamentable suceso:
Círculos de las cosechas España 2008: Un enigma publicitario que nos tuvo en jaque a los aficionados de los misterios
Por Marisol y José Antonio Roldán
redaccion@aluzinformacion.com
Los crop circles (“círculos en las cosechas”) son unos de esos enigmas pendientes para la ciencia inexplicados, pero de fácil imitación, que tres décadas después de aparecer mezclan fraudes con los realmente sin autoría conocida. Cada primavera resurge en los medios casos nuevos y casos falsos, que hacen que, en todos los países, nos pongamos en marcha recordando el fenómeno.
España acaba de sufrir una histeria crop circular, al aparecer en unas semanas, un circulo idéntico en varias provincias importantes eran parte de una campaña publicitaria de una conocida marca de Ron que está interesada en dar un halo misterioso a una bebida que lanzan.
De ellos se han dicho de todo. Grandes profesionales de distintas disciplinas como científica o periodísticas, se han ido situando en su negación o defensa. Por un lado la fiebre por imitarlos dio lugar a gente que se dedica a diseñar complicados diseños, que no dejan de sorprender, pero que en el fondo no son más que grafitos en cosechas, sin más anomalías que las que puedan tener en su mente los diseñadores de esta absurda corriente artística, como es el caso de los circlemakers.
Pero por más difícil que nos lo pongan a los buscadores de respuestas, convirtiéndose en una tentación a nuestra curiosidad psicosocial, no nos hacen olvidar que efectivamente muchos agroglifos o agrogramas ni los hicieron ellos o Disney, ni pertenecen a Mel Gibson o ninguna campaña publicitaria original. Pero como todo fenómeno tiene una cronología.
La primera aparición de los círculos, en general sin testigos, en un campo seleccionado. Mientras los que tienen visos de ser genuinos aparecen en lugares difíciles con los que se detectan de casualidad por agricultores o vecinos. Los falsos suelen estar en sitios previamente seleccionados que a pesar de estar salvaguardados en terreno por algunos límites son visibles desde diversos puntos, porque buscan ser descubiertos, aunque tanto los unos como los otros, sólo se divisan correctamente desde los cielos, es decir en perspectiva aérea, con una clara reminiscencia a las líneas peruanas de Nazca.
Una vez difundida la noticia se personan al lugar los interesados, que suelen ser periodistas o investigadores, así como personas afines a los ovnis que pudieran tener acceso a la noticia de la aparición. El problema es que cuando llegan los investigadores el lugar está polucionado o contaminado con las huellas de los curiosos. Aún así si hay autores mortales suele saberse ya que dejan su impronta. Principalmente la diferencia radica en las anomalías de la planta, los sustratos del suelo, y la fauna y flora del marco local. Los falsos no contienen estas anomalías por muy bien diseñados que estén.
Cuando aparecieron los Agrogramas o Agroglifos (no “pictogramas” como alguno los ha llamado) en España., al estudiarlos por separado, y en la mayoría de casos sin conocer las simetrías entre unos y otros, sólo había círculos de las cosechas acaecidos en forma correlativa. De resaltar era la impresión que se habían seleccionado capitales importantes, siendo el último en crearse en Barcelona, en la población de Vacarisses. Este municipio está situado en la comarca del Vallés Occidental. El terreno de cultivo donde “surgió” el círculo se encuentra justo enfrente de la autopista C-58, que va desde Terrassa a Manresa.
A simple conocimiento de este dato resaltaba un plan o coordinación de un grupo de personas o bien un numero más reducido con la solvencia de poder viajar. El que esos lugares hubieran sido alquilados a una productora para un spot de publicidad fue otro dato importante a destacar y común a todos.
Desde los días 11 y 12 de Junio con la aparición del círculo malagueño hasta el 2 de Julio hubo un trabajo meticuloso. No sólo en la creación de crop, sino en cómo se fue difundiendo a prensa a través de escritos de lectores, anónimos o colaboradores inexistentes con datos de localización y fotografías, siempre tomadas desde tierra, con lo que era difícil comparar los diseños. Con posterioridad se filtraron tomas aéreas imposibles de haber sido entregadas de forma anónima por periodistas o investigadores, que además hubieran tenido que pagarse un alquiler de helicóptero o avioneta no inferior a 200 euros (NDT: $ 1.000 argentinos) para darlos luego de forma gratuita a los medios, como mera curiosidad.
Con la comparación de los logos sólo sabíamos que era lo mismo, quedaba saber si eran auténticos, y si no qué intencionalidad tenía todo aquello.
El día 2 de julio me pasaron la nota que un lector había enviado a ‘La Vanguardia’, donde se comentaba lo del círculo. Nos hallábamos trabajando y no revisamos el correo. El día 3 al abrirlo no sólo leímos esto, sino que recibimos unas letras del famoso contactado catalán Luís José Grifol, conocido por hacer de Montserrat un lugar de avistamiento Ovni cada once de mes. En ella nos informaba de todo aquello que le había llegado a él, por parte de Joan Font, que además de investigador daba la casualidad que conocía perfectamente la zona por haber vivido allí y tener familia en el lugar. Se nos informaba que había aparecido en un sembrado de Vacarrises a los pies de Montserrat, junto a la carretera, que los Mossos D’Esquadra la noche de antes habían estado allí sin dejar pasar a nadie, mientras que horas después era de paso libre. Nos pareció muy sospechoso el dato. Luego supimos que estuvieron allí para facilitar la creación del círculo cortando el paso más fácil al terreno.
La policía local en cambio no sabía nada y cuando a la una y media de la madrugada del día 2 les llamaron unos presuntos cazadores. Se personaron de inmediato, haciéndose curiosas preguntas ya ellos, como porqué no estaba segado a aquellas alturas y porqué elegir ese sitio...a pie de carretera. Cuando nos personábamos hacia el lugar decidimos que si era propiedad privada debíamos seguir el protocolo correcto, pedir permiso al dueño. Para ello tuvimos que averiguar a quien pertenecía, eran de Ignasi Gibert, pero no nos cogió el teléfono. Luego decidimos ir a jefatura de la policía local con este dato y pedirles permiso a ellos para ir a investigar. No sólo nos lo dieron, sino que nos acompañaron y estuvieron un rato con nosotros curioseando y contándonos cuanto sabían. Eran hombre y mujer, les pedimos por favor que nos contaran a las cámaras como descubrieron el lugar, pero su jefe les dijo que nos lo contaran sin salir en las cámaras, la llamada la realizaron delante nuestro.
Nos dieron un dato que días después nos confirmó su jefe, una productora había estado negociando con varios propietarios para rodar un spot de publicidad, pero ellos no lo habían relacionado con la aparición del círculo. El terreno en sí, al parecer, está en mitad de un litigio por herencias y la autoría del alquiler del mismo para el spot era difícil de averiguar. Desde el ordenador de la comisaría uno de los policías nos ayudó a revisar logos similares en busca de algún sentido que descifrara el enigma. Pero antes de ese momento habían pasado muchas cosas. El día en que llegamos, con buena vista, era primera hora de la tarde, vimos desde lejos y con asombro que aquello era muy simple. Un círculo con diseño interior, pero buscando formas cuadrangulares. Dentro apreciamos que la fauna y flora había seguido con total normalidad su evolución, existiendo flores que debían tener menos de 24 horas de vidas. Mariposas, insectos de varios tipos de tierra y voladores, pájaros, etc. La vida había seguido su curso.
Observación del exterior
Mientras Juan José Madera tomaba lo más aislado y alto posible fotografías para hacernos una idea, y ver si había formaciones menores. Nos dispusimos a hacer lo primero, circunvalar el círculo en busca de huellas. Nos habíamos fijado que la tierra era de arcilla rojiza, muy propia de ese lugar. Teníamos parte meteorológico de la tarde-noche en que la hicieron y sabíamos que horas previas había llovido, por lo que los autores tenían, sin duda, que haberse encontrado tierra blanda, y esto nos permitió buscar esas huellas sobre las otras. Las continuas precipitaciones que ha habido en las últimas semanas en la provincia de Barcelona han hecho que no hiciera falta mucha lluvia para ablandar la tierra.
Alrededor del círculo del sembrado de cebada encontramos dos tipos de huellas diferentes una de pie mediano 37-39 y otra de pie más grande un 43. Por momentos estaban a centímetros de superficie, pero en otros tramos sobre sus pasos la hendidura era más profunda como si llevaran un peso mayor. Ese día y posteriores debieron de pasar varios jabalíes que también habían dejado su impronta. En la parte del camino sin embargo las huellas se multiplicaban en número como si hubiera habido dos o tres personas más, pero que no se metieron en los círculos. Seguramente esas huellas pertenecían a la logística de los creadores materiales del círculo y quizás a algún representante del dueño o del propio dueño, cosa que al día de hoy todavía no nos ha confirmado.
El círculo empezó a hacerse en un centro donde dejaron una pesada piedra que debieron de utilizar para sujetar la cuerda sintética con la que hicieron un perfecto radio de circunferencia (por cierto que se dejaron en ella un trozo cortado). Una huella de barro de una de estas botas mostraba que alguien apoyo su pie en ella, debió saber dónde estaba aunque luego la dejaran más oculta y la trasladaran unos centímetros para camuflarla con la cebada no manipulada. Nada más ver el primer surco de entrada (pisadas que les llevaban a la circunferencia, en los tramos que no podían acceder por el exterior) nuestros ánimos comenzaron a decaer. Aquello era cutre, humano e intencionado. Seguimos igualmente con la praxis.
Primero el oteamiento superficial. Las plantas estaban dobladas por la fuerza. En lo más visible del círculo habían empezado muy bien, tal vez usando una plancha de madera o similar cogida con un mango parecido a una escoba, no teníamos ni idea. Probamos con ello y nos salía un acabado similar sobre los tallos. El mecanismo debió ser parecido. Sin embargo en las zonas menos visibles o de peor perspectiva para las fotografías, el acabado era más brusco y no cabía duda de que debían estar cansados o querían acabar rápido, porque terminaron con los pies, lo que propicio que algunas espigas quedaran derechas en los surcos trabajados. Ahora bien, ¿quién había organizado aquello y con qué finalidad? Eran cientos las hipótesis factibles las que teníamos que barajar.
Vimos espigas de segunda generación crecidas entre las espigas secas. A este punto señalar que nos extrañaba que hubieran seleccionado una siembra pasada, seca y fácil de manipular. Que nos extrañaba que todos los campos colindantes tuvieran recogida su cebada y este no, porque al ver malas hierbas crecidas, sabíamos que aquella cosecha ya no serviría, pues de haberla recogido con ella se fermentaría y estropearía toda. Ese punto nos lo aclararía dos vecinos del pueblo Josep y Jaume Ambrós, que nos comentaban que ellos se habían enterado que la máquina segadora de los campos de la zona de Pou Gran, camino de La Bauma, se había estropeado.
Curiosamente a escasos metros del campo donde estaba el círculo si que se había cosechado y pertenece al mismo dueño. Josep Ambrós, vecino de Vacarisses nos comentaba que para él el círculo ha estado realizado por “los rulos que hay para trillar el césped. Habrá sido algún gracioso para llamar la atención”. Jaume Ambrós nos decía que se enteró de la existencia de la curiosa formación “porque el rumor comenzó a correr por el pueblo.
Como se organizan y se caza por esta zona los cazadores se han dado cuenta de que había unas pisadas que no eran muy normales”. Ambrós apuntaba que esa era “una zona muy tranquila, muy normal, donde no suele suceder nada extraño”.
Grano seco y sin anomalías, tallos frágiles...
Dos minutos bastaron para saber que era fraude, dos días tardamos para averiguar las respuestas. A pesar de tener claro que aquello era humano era necesario seguir el protocolo en la investigación, porque cuando se comienza a estudiar un caso lo que se intenta es hallar respuestas, sean éstas las que sean. Después de descartar anomalías importantes en la planta suelo o fauna local pasamos a hacer las medidas, 52 metros de diámetro, casi ocupando todo el espacio del terreno seleccionado.
Debieron de utilizar un radio de veinticinco aproximado, pero ya se sabe por igualar...creció un poco. O simplemente escogieron un radio de 26 y no tuvieron que pulirlo. Cosa que nos extraña después de ver algunas de las bruscas terminaciones. A todo esto mientras cogíamos en botes muestras de vida y en bolsas de tierra y plantas, seguíamos llamando al Ayuntamiento a ver si por fin dábamos con el dueño. Resulta que el hombre estaba por allí, aunque nosotros no lo veíamos, Él si a nosotros, pero nos dejo hacer unas horas. A todo esto íbamos entrevistando a personas de la población buscando información. Los vecinos, gente conocedora del campo, nos indicaban que no sabían quién lo había hecho pero todo apuntaba a que era falso. Según nos comentaban aquel terreno estaba normal, salvo el dibujo que habían hecho y por eso sabían que todo era un montaje, pero los rumores sobre quién o quiénes podían ser los causantes eran varias y debíamos de confirmarlos todos.
Los círculos medio interesantes que habíamos visto hasta la fecha y con ello indicamos formaciones simples, pero donde realmente había anomalía, lo habíamos visto en Irlanda y en otros lugares. El círculo de Vacarisses más bonito y diseñado no tenía ni punto de comparación. Los de Irlanda eran en trigo no doblado, sino que la planta a partir del segundo nódulo de crecimiento había seguido desarrollándose en dirección horizontal cambiando su orientación. Se diferenciaban en grosor y largura al resto que lo limitaba y que parecía no afectado. Sus granos eran anchos, su tallo aun verde, sus filamentos más cortos que los del mismo campo, y al arrimarte tenían una carga electroestática que te erizaba el vello de los brazos y pies. No había insectos en el interior de estos círculos, de diseño simple partiendo de un epicentro hacia el exterior. Los pájaros no se arrimaban. El dueño nos puso un pájaro y este ni se movió hasta que el mismo lo sacó del lugar. En las muestras que recogimos no había huevos, ni larvas, lo que extraño al compañero que nos observo estos detalles. El mismo agricultor que se notaba estaba fascinado con aquello había hecho pruebas prácticas muy originales, por ejemplo también había puesto insectos y no se movían. Nos comentó que mirásemos bien porque no encontraríamos malas hierbas en los surcos, y así era, mientras fuera había y bastantes, fue el mismo hombre el que nos comentó que antes de segar había que quitarlas, porque luego estropeaban la cosecha. Por otra parte otros círculos como el aparecido en Lleida en el 2000 en la población de Els Omellons, como otros terrenos afectados por círculos “simples” dejaron la tierra exhausta con una sola cosecha, como si la tierra hubiera trabajado el doble. En algunos casos se obliga a poner el trozo en barbecho.
Las plantas toman minerales y agua del suelo. Dos cosechas al año no dejan a la tierra tan exhausta como estos círculos anómalos. Pero no estábamos dentro, esta vez, de uno de los inexplicables. Este fraude tenía que tener explicación. Y mientras nosotros arduamente, ya desanimados, seguíamos rescatando muestras, a sabiendas de que no íbamos a encontrar nada en laboratorio que no supiéramos a simple vista, alguien tuvo un cargo de conciencia. Un señor vino y nos dijo exactamente eso, que no nos molestáramos que era un spot. Nos pusimos en contacto con las agencias el mismo viernes para que supieran que no eran auténticos, y que lo comentaran en aquellos lugares donde se había dado la noticia de su aparición. Pero hubo un mutismo generalizado, que también lo sumamos a la lista de curiosidades sospechosas.
Sabíamos que la respuesta no estaba allí, si no en el nexo común con los otros logotipos distribuidos por la Península Ibérica…pero, ¿cómo hilar hacia allí? Hasta jugamos con los acertijos de los apellidos de las personas que habían ido mandando las primeras informaciones a los diarios: Teníamos un tal Jaume Bausili en ‘La Vanguardia’, una tal Mariona Vives en ‘El País’ y la nota de prensa de ‘Europa Press’ venía sin firma de autoría. Nadie los conocía en esas redacciones, porque eran lectores que colaboran en secciones abiertas de estos diarios. A Mariona Vives sólo la encontrábamos relacionada con estos dos artículos en ‘El País’. En ambos se muestra ligada con la Ser y los patrimonios nacionales que según ella van a resolver el misterio. Y curiosamente tiene razón, porque desde la marca de ron vía telefónica se me comentaba que estaban negociando con dar la exclusiva en esta cadena este fin de semana, ya que me referían que ya habían trabajado con programas de allí en cosas de misterios. La directiva de la campaña me recordaba también que era un trabajo diseñado desde hace más de un año. Pero eran apellidos curiosos los que habían difundido la noticia. En el Puerto de Barcelona está la Colonia Bausili, por ejemplo.
A simple conocimiento de este dato resaltaba un plan o coordinación de un grupo de personas o bien un numero más reducido con la solvencia de poder viajar. El que esos lugares hubieran sido alquilados a una productora para un spot de publicidad fue otro dato importante a destacar y común a todos.
Desde los días 11 y 12 de Junio con la aparición del círculo malagueño hasta el 2 de Julio hubo un trabajo meticuloso. No sólo en la creación de crop, sino en cómo se fue difundiendo a prensa a través de escritos de lectores, anónimos o colaboradores inexistentes con datos de localización y fotografías, siempre tomadas desde tierra, con lo que era difícil comparar los diseños. Con posterioridad se filtraron tomas aéreas imposibles de haber sido entregadas de forma anónima por periodistas o investigadores, que además hubieran tenido que pagarse un alquiler de helicóptero o avioneta no inferior a 200 euros (NDT: $ 1.000 argentinos) para darlos luego de forma gratuita a los medios, como mera curiosidad.
Con la comparación de los logos sólo sabíamos que era lo mismo, quedaba saber si eran auténticos, y si no qué intencionalidad tenía todo aquello.
El día 2 de julio me pasaron la nota que un lector había enviado a ‘La Vanguardia’, donde se comentaba lo del círculo. Nos hallábamos trabajando y no revisamos el correo. El día 3 al abrirlo no sólo leímos esto, sino que recibimos unas letras del famoso contactado catalán Luís José Grifol, conocido por hacer de Montserrat un lugar de avistamiento Ovni cada once de mes. En ella nos informaba de todo aquello que le había llegado a él, por parte de Joan Font, que además de investigador daba la casualidad que conocía perfectamente la zona por haber vivido allí y tener familia en el lugar. Se nos informaba que había aparecido en un sembrado de Vacarrises a los pies de Montserrat, junto a la carretera, que los Mossos D’Esquadra la noche de antes habían estado allí sin dejar pasar a nadie, mientras que horas después era de paso libre. Nos pareció muy sospechoso el dato. Luego supimos que estuvieron allí para facilitar la creación del círculo cortando el paso más fácil al terreno.
La policía local en cambio no sabía nada y cuando a la una y media de la madrugada del día 2 les llamaron unos presuntos cazadores. Se personaron de inmediato, haciéndose curiosas preguntas ya ellos, como porqué no estaba segado a aquellas alturas y porqué elegir ese sitio...a pie de carretera. Cuando nos personábamos hacia el lugar decidimos que si era propiedad privada debíamos seguir el protocolo correcto, pedir permiso al dueño. Para ello tuvimos que averiguar a quien pertenecía, eran de Ignasi Gibert, pero no nos cogió el teléfono. Luego decidimos ir a jefatura de la policía local con este dato y pedirles permiso a ellos para ir a investigar. No sólo nos lo dieron, sino que nos acompañaron y estuvieron un rato con nosotros curioseando y contándonos cuanto sabían. Eran hombre y mujer, les pedimos por favor que nos contaran a las cámaras como descubrieron el lugar, pero su jefe les dijo que nos lo contaran sin salir en las cámaras, la llamada la realizaron delante nuestro.
Nos dieron un dato que días después nos confirmó su jefe, una productora había estado negociando con varios propietarios para rodar un spot de publicidad, pero ellos no lo habían relacionado con la aparición del círculo. El terreno en sí, al parecer, está en mitad de un litigio por herencias y la autoría del alquiler del mismo para el spot era difícil de averiguar. Desde el ordenador de la comisaría uno de los policías nos ayudó a revisar logos similares en busca de algún sentido que descifrara el enigma. Pero antes de ese momento habían pasado muchas cosas. El día en que llegamos, con buena vista, era primera hora de la tarde, vimos desde lejos y con asombro que aquello era muy simple. Un círculo con diseño interior, pero buscando formas cuadrangulares. Dentro apreciamos que la fauna y flora había seguido con total normalidad su evolución, existiendo flores que debían tener menos de 24 horas de vidas. Mariposas, insectos de varios tipos de tierra y voladores, pájaros, etc. La vida había seguido su curso.
Observación del exterior
Mientras Juan José Madera tomaba lo más aislado y alto posible fotografías para hacernos una idea, y ver si había formaciones menores. Nos dispusimos a hacer lo primero, circunvalar el círculo en busca de huellas. Nos habíamos fijado que la tierra era de arcilla rojiza, muy propia de ese lugar. Teníamos parte meteorológico de la tarde-noche en que la hicieron y sabíamos que horas previas había llovido, por lo que los autores tenían, sin duda, que haberse encontrado tierra blanda, y esto nos permitió buscar esas huellas sobre las otras. Las continuas precipitaciones que ha habido en las últimas semanas en la provincia de Barcelona han hecho que no hiciera falta mucha lluvia para ablandar la tierra.
Alrededor del círculo del sembrado de cebada encontramos dos tipos de huellas diferentes una de pie mediano 37-39 y otra de pie más grande un 43. Por momentos estaban a centímetros de superficie, pero en otros tramos sobre sus pasos la hendidura era más profunda como si llevaran un peso mayor. Ese día y posteriores debieron de pasar varios jabalíes que también habían dejado su impronta. En la parte del camino sin embargo las huellas se multiplicaban en número como si hubiera habido dos o tres personas más, pero que no se metieron en los círculos. Seguramente esas huellas pertenecían a la logística de los creadores materiales del círculo y quizás a algún representante del dueño o del propio dueño, cosa que al día de hoy todavía no nos ha confirmado.
El círculo empezó a hacerse en un centro donde dejaron una pesada piedra que debieron de utilizar para sujetar la cuerda sintética con la que hicieron un perfecto radio de circunferencia (por cierto que se dejaron en ella un trozo cortado). Una huella de barro de una de estas botas mostraba que alguien apoyo su pie en ella, debió saber dónde estaba aunque luego la dejaran más oculta y la trasladaran unos centímetros para camuflarla con la cebada no manipulada. Nada más ver el primer surco de entrada (pisadas que les llevaban a la circunferencia, en los tramos que no podían acceder por el exterior) nuestros ánimos comenzaron a decaer. Aquello era cutre, humano e intencionado. Seguimos igualmente con la praxis.
Primero el oteamiento superficial. Las plantas estaban dobladas por la fuerza. En lo más visible del círculo habían empezado muy bien, tal vez usando una plancha de madera o similar cogida con un mango parecido a una escoba, no teníamos ni idea. Probamos con ello y nos salía un acabado similar sobre los tallos. El mecanismo debió ser parecido. Sin embargo en las zonas menos visibles o de peor perspectiva para las fotografías, el acabado era más brusco y no cabía duda de que debían estar cansados o querían acabar rápido, porque terminaron con los pies, lo que propicio que algunas espigas quedaran derechas en los surcos trabajados. Ahora bien, ¿quién había organizado aquello y con qué finalidad? Eran cientos las hipótesis factibles las que teníamos que barajar.
Vimos espigas de segunda generación crecidas entre las espigas secas. A este punto señalar que nos extrañaba que hubieran seleccionado una siembra pasada, seca y fácil de manipular. Que nos extrañaba que todos los campos colindantes tuvieran recogida su cebada y este no, porque al ver malas hierbas crecidas, sabíamos que aquella cosecha ya no serviría, pues de haberla recogido con ella se fermentaría y estropearía toda. Ese punto nos lo aclararía dos vecinos del pueblo Josep y Jaume Ambrós, que nos comentaban que ellos se habían enterado que la máquina segadora de los campos de la zona de Pou Gran, camino de La Bauma, se había estropeado.
Curiosamente a escasos metros del campo donde estaba el círculo si que se había cosechado y pertenece al mismo dueño. Josep Ambrós, vecino de Vacarisses nos comentaba que para él el círculo ha estado realizado por “los rulos que hay para trillar el césped. Habrá sido algún gracioso para llamar la atención”. Jaume Ambrós nos decía que se enteró de la existencia de la curiosa formación “porque el rumor comenzó a correr por el pueblo.
Como se organizan y se caza por esta zona los cazadores se han dado cuenta de que había unas pisadas que no eran muy normales”. Ambrós apuntaba que esa era “una zona muy tranquila, muy normal, donde no suele suceder nada extraño”.
Grano seco y sin anomalías, tallos frágiles...
Dos minutos bastaron para saber que era fraude, dos días tardamos para averiguar las respuestas. A pesar de tener claro que aquello era humano era necesario seguir el protocolo en la investigación, porque cuando se comienza a estudiar un caso lo que se intenta es hallar respuestas, sean éstas las que sean. Después de descartar anomalías importantes en la planta suelo o fauna local pasamos a hacer las medidas, 52 metros de diámetro, casi ocupando todo el espacio del terreno seleccionado.
Debieron de utilizar un radio de veinticinco aproximado, pero ya se sabe por igualar...creció un poco. O simplemente escogieron un radio de 26 y no tuvieron que pulirlo. Cosa que nos extraña después de ver algunas de las bruscas terminaciones. A todo esto mientras cogíamos en botes muestras de vida y en bolsas de tierra y plantas, seguíamos llamando al Ayuntamiento a ver si por fin dábamos con el dueño. Resulta que el hombre estaba por allí, aunque nosotros no lo veíamos, Él si a nosotros, pero nos dejo hacer unas horas. A todo esto íbamos entrevistando a personas de la población buscando información. Los vecinos, gente conocedora del campo, nos indicaban que no sabían quién lo había hecho pero todo apuntaba a que era falso. Según nos comentaban aquel terreno estaba normal, salvo el dibujo que habían hecho y por eso sabían que todo era un montaje, pero los rumores sobre quién o quiénes podían ser los causantes eran varias y debíamos de confirmarlos todos.
Los círculos medio interesantes que habíamos visto hasta la fecha y con ello indicamos formaciones simples, pero donde realmente había anomalía, lo habíamos visto en Irlanda y en otros lugares. El círculo de Vacarisses más bonito y diseñado no tenía ni punto de comparación. Los de Irlanda eran en trigo no doblado, sino que la planta a partir del segundo nódulo de crecimiento había seguido desarrollándose en dirección horizontal cambiando su orientación. Se diferenciaban en grosor y largura al resto que lo limitaba y que parecía no afectado. Sus granos eran anchos, su tallo aun verde, sus filamentos más cortos que los del mismo campo, y al arrimarte tenían una carga electroestática que te erizaba el vello de los brazos y pies. No había insectos en el interior de estos círculos, de diseño simple partiendo de un epicentro hacia el exterior. Los pájaros no se arrimaban. El dueño nos puso un pájaro y este ni se movió hasta que el mismo lo sacó del lugar. En las muestras que recogimos no había huevos, ni larvas, lo que extraño al compañero que nos observo estos detalles. El mismo agricultor que se notaba estaba fascinado con aquello había hecho pruebas prácticas muy originales, por ejemplo también había puesto insectos y no se movían. Nos comentó que mirásemos bien porque no encontraríamos malas hierbas en los surcos, y así era, mientras fuera había y bastantes, fue el mismo hombre el que nos comentó que antes de segar había que quitarlas, porque luego estropeaban la cosecha. Por otra parte otros círculos como el aparecido en Lleida en el 2000 en la población de Els Omellons, como otros terrenos afectados por círculos “simples” dejaron la tierra exhausta con una sola cosecha, como si la tierra hubiera trabajado el doble. En algunos casos se obliga a poner el trozo en barbecho.
Las plantas toman minerales y agua del suelo. Dos cosechas al año no dejan a la tierra tan exhausta como estos círculos anómalos. Pero no estábamos dentro, esta vez, de uno de los inexplicables. Este fraude tenía que tener explicación. Y mientras nosotros arduamente, ya desanimados, seguíamos rescatando muestras, a sabiendas de que no íbamos a encontrar nada en laboratorio que no supiéramos a simple vista, alguien tuvo un cargo de conciencia. Un señor vino y nos dijo exactamente eso, que no nos molestáramos que era un spot. Nos pusimos en contacto con las agencias el mismo viernes para que supieran que no eran auténticos, y que lo comentaran en aquellos lugares donde se había dado la noticia de su aparición. Pero hubo un mutismo generalizado, que también lo sumamos a la lista de curiosidades sospechosas.
Sabíamos que la respuesta no estaba allí, si no en el nexo común con los otros logotipos distribuidos por la Península Ibérica…pero, ¿cómo hilar hacia allí? Hasta jugamos con los acertijos de los apellidos de las personas que habían ido mandando las primeras informaciones a los diarios: Teníamos un tal Jaume Bausili en ‘La Vanguardia’, una tal Mariona Vives en ‘El País’ y la nota de prensa de ‘Europa Press’ venía sin firma de autoría. Nadie los conocía en esas redacciones, porque eran lectores que colaboran en secciones abiertas de estos diarios. A Mariona Vives sólo la encontrábamos relacionada con estos dos artículos en ‘El País’. En ambos se muestra ligada con la Ser y los patrimonios nacionales que según ella van a resolver el misterio. Y curiosamente tiene razón, porque desde la marca de ron vía telefónica se me comentaba que estaban negociando con dar la exclusiva en esta cadena este fin de semana, ya que me referían que ya habían trabajado con programas de allí en cosas de misterios. La directiva de la campaña me recordaba también que era un trabajo diseñado desde hace más de un año. Pero eran apellidos curiosos los que habían difundido la noticia. En el Puerto de Barcelona está la Colonia Bausili, por ejemplo.
Unos meses antes apareció como lugar a conservar en las noticias de varios diarios, ¿se habían fijado en esto? o era una persona real. Porque encima “bau” significa construcción en alemán y “silly” bobo en inglés, como también es Bau la esceula de diseño de Barcelona. Desde el campo intentábamos localizar al tal Jaume Bausuli, que si que había, pero no en Barcelona. Pero la marca de ron si que tiene por allí edificios. Pero para saber que los autores eran una marca de ron, que el logo era nuevo y pertenecía a una nueva bebida híbrida con reminiscencias a las raíces de islas Fiji, aún nos quedaban un par de horas.
A todo esto buscábamos el significado del símbolo entre lo más conocido. Buscamos entre los círculos creados por aficionados por si lo veíamos. Entre banderas, emblemas, gráficas ummitas, números japoneses y mayas. Había similitudes en ocasiones, pero no encontrábamos el logo exacto. Ya estábamos hartos y retomamos las pistas de los lectores articulistas. Orientándonos a observar que pasaba en los medios donde se movían. Divisemos una marca internacional entre los patrocinadores. Y se la dijimos al agricultor y a los policías, jugándonosla. Pero acertamos. Sí, era la respuesta, nos miraba el hombre extrañado.
José Antonio buscó la dirección y de inmediato llamamos a la Marca Ron Bacardi, con sede en Mollet del Vallés para que nos confirmara o negara su autoría.
Nos dijeron que no sabían nada, pero que lo pasarían a dirección y desde allí alguien nos diría algo. Pasaron horas, noche y día. Coincidió la llamada de la marca de Ron en voz de un directivo, Xavier Verges Cárceles con que estábamos nuevamente delante del Ayuntamiento de Vacarisses esperando la llegada del jefe de policía local. El Señor Verges nos confirmó que era una campaña publicitaria de ellos, pero me pidió que no diera aún el nombre de la bebida. Le vi con ganas de colaborar después de todo el jaleo liado con los círculos de las cosechas. Y le comenté si no habían tenido en cuenta que muchos realmente nos dedicamos a investigar y esto era como una burla a nosotros. Se disculpó, lo creí sincero, aunque habían querido provocar misterio y juego con los aficionados, no habían caído en la cuenta de que un sector realmente investigáramos de forma científica y periodística. Disculpándose por las molestias que nos habían ocasionado y ofreciéndonos un vuelo en helicóptero cuando presentaran la bebida. Pero yo estaba más interesada en que hicieran una nota de prensa donde declararan, si no querían del todo la cosa, pero donde dejaran constancia que era un evento publicitario. Me prometió que en unas horas lo haría. Poco después me llamaron de la marca para comunicarme que lo estaban realizando y que me lo enviarían en un momento. Pero yo estaba en la población de Vacarisses, con los ordenadores de conexión inalámbrica y a espera de entrevistarme con el jefe de Policía. Le dije que cuando regresara a casa recogería el e-mail y lo difundiría, para que quedara zanjado el tema.
Cuando llegamos ya, al parecer, Luís Alfonso Gámez, del Correo Digital, en su blog había desvelado el misterio. Había llegado al mismo puerto que nosotros, ya que un lector le había enviado un cuenco con el logo y la marca. Y aunque no era una carrera nos sentimos como dentro de una. Él lo había tenido más fácil con el ordenador cerca. Nosotros tuvimos que correr un poco más de camino, literalmente refiriéndonos a espacio recorrido y imaginariamente un hilo más largo de deducciones. Pero se demostraba que dentro del misterio se mantenía el camino correcto de la duda y de la buena praxis de investigación. Y así me lo escribió en un correo para confirmarlo Karen Márquez, la directora de comunicación de la compañía On & On. “Como pasó. El blog del correo, de hecho, lo descubrió a través de uno de los lectores, que identificó uno de estos cuencos con la señal bilbaína. Vosotros, paralelamente, y con apenas una hora de diferencia, también disteis con la clave, a través de una investigación científica, contando con la ayuda de policía e incluso un soplo -mal dado -por parte del agricultor”, apuntaba Karen en su email.
Le doy mi sincera enhorabuena a aquellos que por casualidad de la vida estaban en el lugar correcto, en el momento adecuado, sea bar o donde repartieran esos cuencos por haber desvelado la incógnita. Como también la doy a quienes siguiendo pasos de verdaderos investigadores ya sabían que era fraude.
Si subrayo aquí este punto, es por el dolor que en ocasiones oprime el corazón leer que no hacemos nada, que somos crédulos, en fin, esa sarta de lindezas gratuitas que nos ceden al colectivo de investigadores, los del según ellos pensamiento racional. Además, seguramente yo estando en un restaurante o bar o discoteca, no hubiera descubierto el enigma, a no ser que alguien a lado mío hubiera pedido ron. Porque si ya bebo poco, mientras investigo algo necesito la mente muy lúcida y sólo me permito la bebida durante fiestas. Y no era el caso porque me había quedado en casa, las horas que no estuve en Vacarisses buscando en todos los archivos el gráfico. A todo esto pese a la desilusión de muchos por ser todo producto de una publicidad esperamos que no cunda el desanimo y que si surgen de nuevo este u otros misterios se siga haciendo la investigación de campo. Aquí se podía haber resuelto el enigma por un camino más lúdico, pero eso sucede solo una vez de entre un millón de veces. Este tipo de cosas debe servirnos para aprender a ser prudentes, persistentes, perspicaces, no para desilusionarnos.
Recuerdo que muchos fenómenos extraordinarios pueden con ingenio ser reproducido, pero los genuinos surgen debidos a explicaciones que debemos encontrar y no son juegos de chistera. Y esos requieren de la aplicación de la ciencia para encontrar aquello que produce eventos extraordinarios, o que no son habituales.
Espero que esta campaña no ocasione mal al misterio, sino que quede demostrado primero que gustan tanto y somos tantos los buscadores, que dentro de un estudio de mercado saben que cualquier producto vendido así va a gustar. Y en segundo lugar que los que trabajamos en esto no somos tan ineptos...como muchos querrían. Desde luego hay que reconocer que se lo han currado los de la bebida y los de diseño de publicidad. Que quizás ha movilizado a menos gente porque han tenido que acelerar la explicación. Pero lo han hecho. Y que será una campaña que dará que hablar.
Una campaña que sirve también en España para los aficionados a los misterios, porque mientras en el Reino Unido y en Alemania muchos investigadores picaron, aquí, salvo excepciones que ni siquiera nos representan, nadie lo dio como círculo auténtico. Aunque también me ha hecho gracia de ver que muchos se ampara en no haber sido engañados y haber dicho desde el principio que parecían falsos, se nota que no fueron a los de su ciudad al menos, a verlos, aunque fuera, porque entonces no hubieran tenido que decir “creemos” lo hubieran sabido afirmativamente con datos en la mano. La investigación no cree de creencias, valga la redundancia, sino de datos y pruebas tangibles.
Este es un artículo que muchos nos habéis pedido para haceros una idea más global de lo que ha sucedido. Seguramente se nos escapan muchos detalles sobre lo sucedido, porque han sido días muy movidos, pero poco a poco iremos completando este puzzle y os iremos informando aquí, en Años Luz.
Mientras esto pasa siempre hay amantes del misterio que buscan sobre lo sucedido, incluyendo esa búsqueda en ahondar en sus propios recuerdos para intentar encontrar algo parecido a lo sucedido aquí mismo en España y de eso ha llovido muchísimo. En esta ocasión, Joaquín Abenza, conductor y director del programa radiofónico “El Último Peldaño” en Onda Regional de Murcia tiraba de su amplio bagaje en estos temas y encontraba algo similar a lo acontecido. Es el propio Joaquín quien nos comenta los hechos.
“El suceso debió tener lugar a finales de los años 70 o principios de los 80 y lo que recuerdo es que durante algunas noches de un verano, muchos oyentes del programa "Medianoche", el mítico espacio radiofónico que dirigía en la cadena SER el inefable presentador Antonio José Alés, para comunicar que estaban observando las evoluciones de un objeto luminoso no identificado. No recuerdo bien la zona en la que se produjeron las observaciones, pero yo diría que se trataba de la provincia de Madrid o algún otro lugar de la zona centro de la península.
Al cabo de varias observaciones el objeto se presentó mas cercano hasta tal punto que la observación con prismáticos permitió identificar el origen del mismo, se trataba de un globo aerostático al que se le había instalado un letrero luminoso en el cual se podía leer un mensaje publicitario de una conocida bebida de moda. Era la primera vez, que yo tenga noticia, que se utilizaba el fenómeno OVNI como herramienta publicitaria con una técnica tan sutil.
Sobre el caso de los círculos, en concreto, Abenza nos comentaba esto: “Debemos recordar que durante esas fechas, la Península Ibérica estaba inmersa en una de las oleadas de avistamientos OVNI mas importantes de la historia y el tema ufológico estaba al cabo de la calle. Los periódicos publicaban a diario noticias de observaciones (sobre todo durante el verano) y el interés de la opinión pública sobre el tema era intenso. El que ahora se haya tomado el fenómeno de los "círculos de los sembrados" no es mas que una evolución de la misma estrategia de entonces; ni que decir tiene que este tipo de campañas son altamente rentables ya que la marca anunciante consigue con muy poca inversión que se hable de ella en todos los medios sin tener que pagar nada por ello.”
El misterio de los círculos (crop circles)
Aunque en la actualidad está de moda el misterio de los círculos de las cosechas, sobre todo después de que la industria cinematográfica se ocupara de crear la película “Señales” protagonizada por Mel Gibson, lo cierto es que no es un enigma nuevo. En 1819 se encontraron círculos sobre algodonales en América, sólo que entonces se llamaban “anillos del diablo”. Junto a su aparición de la noche a la mañana, se hablaban de luces de demonios rápidos. Antes que los anillos del diablo ya se comentaban como misterios las formas geométricas que se daban azarosamente en sitios como China sobre los cultivos de arroz, hablamos de hace dos milenios y se comentan enlazándolos con venidas de los dioses creadores de la raza amarilla.
En 1960 en Australia se encontraron algunos sencillos diseminados por todo el continente y en cultivos variados. Los aborígenes brasileños hablaban de los círculos o anillos de dioses haciendo referencia a ciertas zonas de selva virgen a las que tenían por sagradas donde la vegetación adquiría por azar formas espirales y cilíndricas. En 1980 fueron encontrados nuevos círculos al Sur de Inglaterra más elaborados que los australianos o los de los algodonales y mostrando planes de complicadas formas geométricas. Pero el verdadero boom de su presencia llegó con los años 90. Tal vez porque hasta entonces no se les había prestado la debida atención como fenómeno en conjunto y común en cultivos de distintos países y solo había sido tomado como parte de leyendas locales en referencia supersticiosa hacia entidades invisibles.
En 1999 habían contabilizados unos 4.000 expandidos en más de 60 países: EE.UU., Australia, Alemania, Republica Checa, Inglaterra, Canadá, Holanda, Irlanda, Brasil, Argentina, Rusia, India, y en zonas de Sudáfrica, entre otros. ¿Quién o qué estaba haciendo aquellos círculos de considerables dimensiones en los cultivos de todo el mundo, con formas tan perfectas y pulidamente simétricas, qué intención tenían y lo más importante cómo lo lograban hacer en un día (a veces un par de horas nocturnas) y sin que nadie viera a los culpables de aquellos dibujos?
Al principio se pensaba que eran todos sobre el mismo tipo de cultivo y que el causante podía ser la simiente o grano, así como la forma de cultivar y de arar, cosas que de inmediato quedó insuficiente como explicación, pues aunque bien era cierto que se presentaban principalmente en sembrados de temporada (en tierra barbecho) cebada, trigo, maíz, avena, cañaverales, pastizales arrozales, arboledas...también se encontraron en arena y nieve.
Aún así ya teníamos tres puntos en común:
1) Se daba en cultivos de temporada.
2) En lugares de superficie o suelo blando.
3) Entraba en juego la vegetación o el suelo.
¿Tienen algo de especial los lugares donde aparecen los círculos a nivel histórico?
Ciertamente habría que afirmar que es así. Suelen aparecer en lugares con historia mística o sagrados o en los alrededores de estos. Nunca en sitios actualmente habitados, pero si en lugares otrora ocupado por humanos o cerca. Y también aparecen cerca de ruinas neolíticas o megalíticas.
En zonas de las que se cita su sacralizad y a las que se les da poderes telúricos, es decir, centros geomagnéticos importantes donde los parapsicólogos afirman existen “venas” de energía de la madre tierra. Y esos lugares podían ser un vortex de ellas al estilo remolino marino o tornado aéreo.
Steve Pages relacionó que muchos crop circles se dan sobre depósitos de agua subterránea. El agua es un buen conductor de corriente eléctrica y podría conducir corrientes electromagnéticas del planeta trasformadas hacia su superficie.
Las primeras investigaciones realizadas sobre círculos
En 1989 el ingeniero Pat Delgado montaba guardias en Inglaterra provisto de cámaras infrarrojas, binoculares nocturnos y grabadoras de vídeo y audio sensibles, pero no pudo encontrar a los culpables de los círculos. Otros un par de años más tarde tuvieron más suerte en sus filmaciones grabando luces sobrevolando sobre estos círculos, antes, durante o bien después de la formación de los mismos. En zonas como Alton Barnes en 1990 o en 1991 en el pictograma triangular del Castillo Burbury. El más sorprendente quizás es el de Oliver’s Castle, una esfera que recorre los campos mientras se forma el círculo. Desgraciadamente la publicación Ufo Encounters anunció que era un fraude y efectivamente parecen tener razón.
El Ingeniero J.H. Merden no encontró rastros analíticos inusuales en los círculos que investigó, aunque posteriormente otros investigadores afirman que las semillas están alteradas como si hubiesen sido expuestas a temperaturas elevadas o aplicaciones radiactivas. Sin embargo no encuentran rastro químico del elemento empleado para crear los círculos.
Mientras los buscadores de misterios se especializaban en este nuevo enigma y grupos preparados como el Centre for Crop Circle Studies (con periódico propio) se dedicaban a investigar, contando en sus filas a personas como la baronesa ED Mee Di Pauli, Michael Green, etc. otros civiles afirmaban ser los autores del enigma y haberlo hecho con métodos tan rudimentarios como unas tablas clavadas con cuerdas a un epicentro a modo de compás, era el caso de los jubilados británicos Doug Bower y Dave Chorley, que jamás lograron demostrarlo ya que, ¿cómo explicar las mutaciones genéticas y de forma en las plantas y que no existan roturas en los tallos con el empleo de tablas de madera?. Es más, ¿cómo dos jubilados, por muy supervitaminados y atléticos que fueran iban a recorrerse el mundo desde hace milenios provocando el fenómeno crop circle?
De entre los especialistas que han visto crecer su nombre investigando este hecho prodigioso el más conocido es el de Colin Andrews. El fenómeno fue incluso intentado seguir desde el cielo, lo hicieron Pat Delgado, el ufólogo Chris Word y el Teniente Coronel Edgecombe del grupo de investigación y reconocimiento de fenómenos aéreos, subiéndose en un avión en 1985 intentando encontrarles sentido a vista de pájaro. No lo encontraron pero se maravillaron de su gran variedad de dimensiones y gamas geométricas.
Curiosamente la forma más numerosa es el círculo, pero encontramos variantes, centradas en el uso del numero Pi 3’1416, el número que llaman los esotéricos el de la vida. También admiraron la alineación con el terreno de los dibujos y como estos respetaban y aprovechaban los propios rasgos naturales del campo y de su vegetación. Sus dibujos aunque parecen ser remolinos de direcciones múltiples la mayoría de los diseños muestran complejas pautas de ondulación.
Las plantas se doblan en una dirección, pero puede haber varias capas en direcciones opuestas, el desplazamiento selectivo del tallo es de planta por planta, quedando en pie dentro del dibujo, y mostrando (los auténticos) plantas completas y no seccionadas. Se doblan en sus nodos naturales, como si la planta hubiera ido buscando la luz para nutrirse en una especie de fotosíntesis rápida. Normalmente este proceso se llama fototropismo pero requiere del tiempo paulatino de crecimiento de la planta, salvo los girasoles que en su cáliz giran cada día buscando la luz solar y su aprovechamiento. Los cambios de las plantas son variados, también dependiendo del tipo de simiente del que procedan.
En apariencia física los terrenos parecen deshidratados, pero luego contrariamente se vuelven más fértiles. En 1997 un granjero de East Field, donde había aparecido una cosecha con círculo que representaba una cadena de ADN, comentó que había tenido un 40% más de cosecha ese año. También se aprecian cambios a nivel molecular: paredes celulares que se ven agrandadas, las cavidades de expulsión de los nodos de los tallos se anchan, los nodos se vuelven significativamente más largos en comparación con la forma habitual de esa especie de planta. A veces se halla un cambio en la composición del propio suelo como por ejemplo concentración alta de magnetita.
Pese a ello tras diez años de estudio en laboratorio el Dr. Levengood, Nancy Talbott y John Burks del equipo BLT no se atreven a teorizar sobre las causas concretas que puedan producir u originar los crop circles. Aún así sobre los círculos, una leyenda viva y que da informaciones constantes en la prensa internacional, ya se ha dicho de casi todo. Dicen que fallan los equipos electrónicos y en sus inmediaciones, sobre todo en los epicentros de los dibujos, incluidos los aviones y helicópteros que sobrevuelan la zona notan oscilaciones inusuales en relojes, brújulas, etc.
Se han detectado emisiones sonoras de 5 KHz desde su origen a diís posteriores, luego se difuminan. En esos mismos instantes las personas dicen oír chirridos en su interior y notar taponamiento de oídos. Hay círculos que se han redibujado a si mismos en una noche y donde se han registrado subidas de temperatura muy diferentes a los campos colindantes.
En ocasiones se han detectado en ellos anomalías en el campo electromagnético. Un magnetómetro de flujo alcanzó 40/50 nano teslas y lo comprobó el investigador Colin Andrews, aunque en su estudio sobre el círculo activo faltaban datos elementales como mineralogía y procesos del subsuelo. En los 24 Círculos de Windmill Hill aparecidos en el 2000 se encontraron todos los tallos doblados a una precisión casi matemática de 25 milímetros por debajo de los nodos, como si cada tallo hubiera sido doblado individualmente para conseguir tan pulido efecto. Pero un verdadero misterio debe ser aún más sorprendente y este lo es, sin desperdicio, siendo así mismo fenómeno causa y efecto tanto como prueba física, un algo que rara vez se encuentra en lo desconocido (al margen de que un día se halle la explicación racional con formulación incluida).
A mi personalmente siempre me resultaron harto sospechosos los números en que se aparecían como atendiendo al interés creciente sobre ellos de la propia opinión pública. También me detenía mucho a meditar sobre, ¿el por qué aquellas primeras formas geométricas habían ido evolucionando a dibujos mucho más complejos? Y desde luego ni con razonamiento humano o extraterrestre (por muy diferentes que sean a nosotros y su realidad distante a la nuestra la cordura es la cordura en cualquier lugar del Cosmos) este que os confiesa su propio pensar sobre esta incógnita no entiende porqué iba una civilización exterior o intraterrena a complicarse tanto la vida en mandar unos mensajes abiertamente, que nadie entienden, dejando constancia física y no iban hacerlo por otros medios más sencillos como usando el propio video o audio, o sistemas similares.
Sin embargo ahí está multiplicándose ante escépticos y creyentes, sigiloso en las noches meciendo los tallos de las plantas sembradas por el hombre que no entiende nada de su existencia como anomalía. Y como si de un juego se tratara aparecen en campos de difícil acceso de maquinaria, a veces aislados geográficamente, alejados del camino de acceso y circulación vial, sin marcas de pies o autos de los culpables.
En 1996 Basingstoke, Hampshire (Inglaterra) vio como se formaba un anillo de 1’20 de altura. Esta vez el crop circle no respetó ni siquiera el interior de las instalaciones militares, como tampoco lo hizo dentro de las instalaciones cortadas con sistemas de seguridad y vigilancia de Wiltshire (Salisbury plain) Inglaterra. Hipótesis y teorías son tantas como las propias especialidades y filosofías de los investigadores que se acercan a curiosear este misterio de los círculos. Terence Meoden hablaba de que la causa podría ser un vortex de plasma de origen meteorológico o de vientos circulares. La hipótesis Gaia habla sobre que la Tierra es un logos (consciencia viva) y se expresa a sus hijos. Defensor de esta teoría era el recientemente fallecido Collin Bloy, facultado y sanador, que creía que esas formas serian símbolos agrogramas únicos en todas las civilizaciones del Universo y de los tiempos, que intentan conectar diferentes existencias como la humana y la extraterrestre. Unas formas que pudieran ser curativas y la llave para abrir puertas energéticas o dimensionales. Lo que explicaría las reacciones psíquicas de muchas personas que dicen sentir rechazo o alegría, o elevación de la libido en esos círculos durante o después de la visita, aunque también encontramos los que reaccionas de forma negativa sufriendo jaquecas, cólicos y desvanecimientos.
Algunas mujeres afirman haberse vuelto fértiles y otras haber trastocado
su menstruación. Los más dicen notar como relajación, como si les hubieran
absorbido fuerzas o energía vital. Otros como el contactado catalán Joan
Soler piensa que esos círculos que estuvo investigando pudieron tener que
ver con su caída de cabello inusual. Hay quienes afirman haber visto bolas
blanquecinas de centímetros de consistencia gaseosa, lechosa en su visita
y luego haber experimentado ruptura de capilares nasales al salir del
círculo.
El problema de estos detalles es que aún no han sido síntomas declarados
como tales e investigados de esta manera, porque los médicos y psicólogos
no se atreven a ver en ellos más que reacciones psicosomáticas o
influencias ambientales de los turistas de crops.
Hipótesis Gaia Mixta habla de que Gaia habla con extraterrestres, viceversa
Omar Coger había investigado los tallos encontrando radiación de alta frecuencia y ondas microondas controladas, así que la hipótesis de experimentaciones secretas no esta descartada. Un desorden químico en el suelo. Acción de un hongo (micelio anular) crea el anillo de hadas, pero no complicados círculos. El origen animal también se especuló y hablaban de que los erizos o topos pudieran ser los causantes en sus construcciones de galerías subterráneas. Pero ni se encontraron huellas ni explican los anillos de arrozales (dentro de agua) o nieve.
El factor meteorológico mencionado arriba debió ser previsto o registrado en maquinas y satélites, cosa que no ha sucedido hasta la fecha. Vientos ionizados que provienen del mar, trayendo sal y residuos contaminantes.
Eso afectaría al crecimiento de los cereales pero no de forma tan calculada y daría mutaciones en las plantas. La hipótesis de ovnis, dado que se ven luces merodeando las cercanías y los cielos de los círculos podrían tener cabida, ¿pero que ovnis experimentales o de otros planetas?
Los más románticos afirman que ellos “presienten” que son las respuestas alienígenas a los mensajes enviados desde el radiotelescopio Arecibo (Puerto Rico) en 1974 a un grupo de estrellas, el racimo globular M13. Posiblemente, ¿pero de nuevo porque iban a complicarse tanto y confundirnos a los humanos, si son mensajes espaciales?
Los círculos de las cosechas en España, con anterioridad a la campaña
Las primeras noticias sobre la aparición de formas circulares y geométricas en España se remontan a los 70. Aparecieron en Valencia en cañas y arrozales, como por aquel entonces el fenómeno no era reconocido mundialmente, sólo se quedo como una curiosidad regional. Eran simples formaciones, las plantas afectadas que provocaban el dibujo simplemente crecieron en miniatura respecto a las que tenían al lado. No presentaban otra anomalía, salvo enanismo, creyeron que pudiera ser un tipo de grano, pero la curiosidad era su distribución.
El Primer círculo de cosechas en España investigado en más profundidad fue catalán. Salió en una finca de Els Omellons, Lleida, la plantación era de Centeno. Eran círculos concéntricos de gran tamaño con uno exterior menor a modo de satélite del primero. Era Febrero de 2000, de 26 y 36 metros .
Allí fueron los Mossos de D’Esquadra. Se publicó el caso en las revistas especializadas, pero también aparecieron en publicaciones generalistas y de diferentes sectores. El dueño de la plantación se vio abrumado y a partir de allí sólo dejó seguir investigando a quién le pareció prudente. Se da la casualidad que la zona no dio cosecha a la siguiente temporada, con lo que hubo de ponerse en barbecho dos años, como si hubiera trabajado en exceso. El segundo círculo en cosechas investigado en profundidad también fue catalán. La cosecha era de trigo, en Castellfollit del Boix (Girona).
Cuando fuimos a investigar a la localidad catalana de Castellfollit del Boix, un municipio situado al suroeste de la comarca del Bages, al límite con la Anoia. Los círculos que allí habían aparecido días antes nos llevamos una enorme decepción. Eran fraudulentos, creados rudimentariamente por alguna finalidad desconocida. Aunque desde lejos, vistos desde arriba, desde el mirador que hay en esa zona, pudieran parecer auténticos (es decir no manipulados por la mano humana) de cerca eran obviamente todo lo contrario. Los tallos habían sido machacados al pasarles un considerable peso con "el objeto desconocido" que pudieron emplear en la formación del dibujo.
Horas después de la primera ojeada y después también de haber recogido testimonios en ese y otros pueblos circundantes creíamos haber encontrado el "objeto lápiz", que no era otro que balas de paja de forma circular recogidas de campos cercanos y que abundan en esos lugares usadas para alimentar a las reses vacunas de la zona. Los análisis del grano, de la tierra, de los tallos nos ratificaban que aquel círculo no contenía radiaciones o deformaciones a tener en cuenta y que se trataba de un humilde grano de trigo mediterráneo.
Tal vez los dibujantes anónimos se habían encaramado a aquel lugar de noche (de día hubieran sido vistos desde la posición de los vigilantes del mirador) y en un grupo de al menos tres personas dibujarían el circulo
central de un diámetro de 8 metros y los 19 satélites de un metro que se
distribuían en su zona noreste. La idea tal vez les vino de conocer que en
días siguientes se estaba organizando una alerta que iba a ser
radiodifundida por una cadena de radio nacional y o bien se hizo para
buscar la confirmación o para desacreditarla si los investigadores
hubiéramos autentificado su origen. El círculo de las cosechas de
Barcelona queda pues desestimado como auténtico siendo, aunque no es la
primera ocasión que sucede este tipo de fenómeno “humano” en Cataluña. En
el año 2000, en Les Garrigues, concretamente en el municipio leridano de
Els Omellons aparecieron dos extraños círculos en el campo de cebada de
Josep Gaya y Dolors Piñol. La altura del sembrado, de apenas 15
centímetros no se vio afectada por los círculos que se formaron por la
decoloración gracias a la acción de una especie de sulfato, según
declaraba el propio alcalde del pueblo, Miquel Catalá.
De todas formas la elección de los grupos "dibujantes anónimos humano" de
estos círculos no era al azar. En ambos sitios se han registrados por años
una importante casuística ovni y son dos centros de reuniones de grupos de
contacto. Durante nuestras pesquisas de investigación, a pesar de
llevarnos la ingratitud de toparnos con un fraude, pudimos comprobar la
existencia de otros testimonios más creíbles de avistamientos importantes
desde hacía décadas. Pero la sorpresa final nos la llevamos en casa al
descubrir entre las tomas fotográficas que habíamos hecho al vigilante
entrevistado una extraña forma que no vimos en aquel momento y que tuvo
que pasar en presencia de un nutrido grupo de caminantes y vecinos que
estaban junto a nosotros en el mirador. Aunque en primera instancia
apostamos porque pudiera tratarse de un ave, queda la duda en el aire.
Como habréis podido observar el fenómeno que rodea a los círculos en las
cosechas es hartamente intrincado, siendo muy difícil diferenciar la
verdad de la paja, nunca mejor dicho. Sin embargo, pensamos que una serie
de estudios serios y multidisciplinares podrían resolver gran parte del
enigma o por lo menos dejarnos sólo la incógnita de unas pocas
formaciones, que podrían ser el origen y a la vez explicación del misterio
de los crops circles.
A principios de junio, un círculo de 46 metros de diámetro apareció en los alrededores del castillo de Barbury, en el sur de Inglaterra. Su forma despertó la curiosidad de Mike Reed, un astrofísico retirado que ha sabido descifrar su significado semanas después. Para sorpresa de muchos matemáticos, el icono simboliza la cifra 3,141592654; es decir, los 10 primeros dígitos del número Pi. (∏)
Bueno este tintero se va convirtiendo, por mi afán de hablar de todo un poco, en un pozo sin fondo. Es deformación de buscador, defecto de curioso, pecado de divulgador y sobre todo orgullo humano el querer mostrar que lo aquí recogido no es más que una millonésima parte de todos esos misterios pendientes que nos depara el futuro y nos proceden de todos los tiempos.
Nuestro propósito no fue darte respuestas, sino animarte a formularte
preguntas y sobre todo descubrirte que no todo está determinado, archivado
y clasificado ni en nuestras vidas, ni en el planeta donde moramos.
Y que lo mismo amigo/a buscador/a puedes ser realmente un gorila
embellecido por el azar de la genética, como el descendiente con amnesia
de una supercivilización pérdida y por qué no, ¿un vestigio de que antes
vinieron del espacio?. El que responda estas incógnitas habrá dejado de
ser humano y no se sentirá mortal, porque sabrá los “secretos de los
dioses”.
Nosotros, que aún no sabemos nada, simplemente seguiremos empeñados en encontrar sentido y unión a todos los cabos sueltos que afortunadamente los inconformistas, curiosos y la ciencia van enlazando. Un día tiraremos del hilo y sabremos hasta dónde llega y quién sostiene el otro cabo.
Nota del S.I.O.: Como acaba de leerse en este ‘mea culpa’ tan extenso de los colegas españoles, no es sino denotar el empeño y hasta sagacidad con que actuaron en busca de una respuesta. ¡Cualquiera fuere!
Es dable suponer las carcajadas que habrán emitido los maliciosos de siempre que también abundan generosamente en España, ante tamaño descubrimiento. La firma Bacardi, nunca debió sospechar que su campaña publicitaria iba a desatar una investigación de parte de los ovnílogos españoles y, lo que es más valioso, fue que se logró descubrirlo. Podemos o no, aceptar que dicha campaña ha sido ¿ingeniosa?... o que los creativos de la empresa han agotado su ‘creatividad’ y asumieron que nadie repararía en la ‘incógnita’ que sembró la campaña visual del ron Bacardi. ¡Pues erraron!
El bombardeo de publicidad que recibe hoy por hoy el ciudadano mundial es francamente aterrador (lo digo como hombre de medios). El segundaje publicitario provee millones a las empresas tanto anunciantes como anunciadoras, y los programas denominados ‘talk shows’, entablan soberbias batallas para poseer a tal o cual anunciante. Es cierto que el mundo de hoy vive de la publicidad. Ni el menos avispado con ganas de vender algo, suprimiría la posibilidad de publicitar aún en el medio más modesto ‘alguien oirá su reclame’, y estará presto a comprar…
Y así como en Argentina (y otros países), el erotismo abunda en las campañas publicitarias se observa como ‘un culo’ o unas ‘tetas abundosas’ venden tornillos, automóviles, camiones, colchones, muebles, bebidas carbonatadas, edificios, solares, etc., son escasos los ejemplos argentinos donde se haya puesto manos a los ‘platos voladores’, ‘alienígenas’, etc., para publicitar (pero ejemplos ¡los hay!)
Y ahora, en España (lo esperable es su no reiteración), se concita el hábito de beber ron con sendas cuanto espectaculares apariciones de agroglifos. Lo dicho: ¡los publicistas no reparan en nada al momento de vender algo!
Circulos de las cosechas. Interés por desinformar...
¿Qué se oculta?
Por David Kether ()
En 1990, en la cima del interés mediático sobre los círculos de los cultivos, la BBC y la Nippon TV patrocinaron una vigilia de 24 horas en Bratton Castle, Wiltshire, con el nombre de Operación Mirlo, para intentar filmar el momento de la formación de un círculo de la cosecha. El proyecto se programó para que durara tres semanas, utilizando una vigilancia constante de veinticuatro horas, una cobertura mediática masiva y una considerable presencia militar gubernamental con equipamiento infrarrojo, de visión nocturna y radar.
Sorprendentemente, se descubrió un círculo de la cosecha apenas en el segundo día. Colin Andrews, para entonces la principal autoridad en el tema, fue contactado urgentemente, pero cometió el grave error de proclamar el suceso de `gran importancia' antes incluso de que él y Delgado hubieran visitado la formación.
En realidad, el diseño resultó ser un fraude, y como consecuencia, la reputación de Andrews se resintió extraordinariamente. Se trataba de una orquestada campaña de desprestigio que consiguió lo que se proponía: que el público asociara los círculos de lascosechas con bromas de chiflados.
Pero la pregunta que entonces se planteaba era: ¿por qué el gobierno y los medios de comunicación invirtieron tanto dinero en desmontar un misterio tan inocente?
En septiembre de 1991, justo un día después de la primera conferencia internacional sobre círculos de las cosechas en Glastonbury, bajo el titular `Los hombres que engañaron al mundo', un periódico sensacionalista presentó a Doug Bower y Dave Chorley, dos hombres excéntricos de unos sesenta años de edad, como los únicos autores de todo el misterio de los círculos de las cosechas, utilizando para ello -según decían- simplemente tablas, cuerdas y una gorra de béisbol especialmente modificada.
Lo que Bower y Chorley no llegaron a explicar fue ¿cómo pudieron estar en varios lugares a la vez, creando círculos de las cosechas en todo el mundo, y cómo su sencillo método de tablas también podía funcionar sobre césped, ortigas, cultivos invernales como la remolacha o la col rizada, bajo el agua en los arrozales como sucedió en Japón, e incluso en las hojas de los árboles, o sobre la fina capa de hielo de un lago, y a 3.900 metros de altura en las montañas nevadas de Afganistán?
Para una gran parte del público que seguía la historia fue el final de una broma realizada por agricultores borrachos.
Desde entonces, diversos grupos, aparentemente de desinformación y deliberadamente dirigidos a crear ofuscación pública y desviar la atención de cualquier conexión extraterrestre a los fenómenos de los círculos de cosechas, han intentado promover la idea de que los "círculos de las cosechas" no son otra cosa que artefactos humanos.
Parece que estos grupos también están "vandalizando" las formaciones, en un esfuerzo para hacerlas parecer 'engaños', para minar afirmaciones de su origen extraterrestre.
Janet Ossebaard, la investigadora horlandesa experta en crop circles, escribe: "Se volvió más claro para mí que estábamos siendo testigos de los efectos de una extremadamente poderosa campaña para desacreditar las afirmaciones de su origen alienígena" (…) "La verdad es que esos agujeros en el suelo y otros rastros de engaños no pudieron ser encontradas en la mayor parte de las formaciones, hasta el SEGUNDO día de su existencia… Un bonito ejemplo fue la formación de la Colina de Molino de Viento: en el primer día, todos los visitantes eran unánimes sobre la belleza y perfección en la disposición de la formación. No había, en absoluto, ningún rastro de origen humano. Pero de repente, al segundo día, había agujeros claramente visibles en el suelo, como si alguien hubiera martillado un palo en el suelo para apuntar y marcar los centros y poder crear después los círculos."
De la desinformación a las amenazas
En 1998, en una entrevista concedida al periodista Jon King, Colin Andrews denunciaba la existencia de un complot para eliminar a los investigadores de los círculos. Según cuenta Andrews en esta entrevista, en julio de 1989 recibió la visita de una persona que dijo trabajar para la CIA, quien le informó, entre preguntas, insinuaciones y veladas amenazas, de que sus colegas en la investigación iban a ser "eliminados" del programa.
El programa de la CIA, iba a cumplirse en dos fases. La primera, potenciaría la difusión de la realidad del fenómeno; la segunda, la desacreditaría bruscamente, utilizando para ello a sus ex colegas, antiguos promotores devenidos en desertores o -peor aún- en detractores.
En esta entrevista Andrews reconoce haber llegado a estar realmente aterrorizado por la situación en la que llegó a encontrarse, y explica el interés de la CIA en él, como persona extraordinariamente conocida entonces por su incesante aparición los medios. También explica en detalle el plan que la CIA había preparado para conseguir sus objetivos, y que, según parece, funcionó según lo previsto. Así como la propuesta que le realizaron para conseguir su propia participación…
El 19 de julio de 2002, Michael Irving, escribe en la web Rumor Mill News: "Conocí a Colin personalmente y estoy seguro de que el plan que él mismo se encargó de describir se ha ejecutado totalmente. Colin Andrews ahora no podría decir la verdad sobre el origen ET de los círculos de cosecha incluso cuando lo deseara. Si lo hiciera, probablemente tendría la más corta esperanza de vida que cualquier persona sobre la Tierra..."
Según Irving, Colin "habría conseguido un contrato con la Fundación Rockefeller" , y desde que comenzó a recibir ese sueldo, Colin guarda silencio sobre la conexión ET de los círculos y renunciado a todos sus principios…
Lo cierto es que Andrews, Delgado y Meaden, los investigadores de crop circles más famosos del mundo, defensores de la autoría extraterrestre de los diseños, acabaron desapareciendo de los medios de comunicación, y la investigación siguió desarrollándose por otros, con discursos más prudentes o "científicos".
Fuente:
A todo esto buscábamos el significado del símbolo entre lo más conocido. Buscamos entre los círculos creados por aficionados por si lo veíamos. Entre banderas, emblemas, gráficas ummitas, números japoneses y mayas. Había similitudes en ocasiones, pero no encontrábamos el logo exacto. Ya estábamos hartos y retomamos las pistas de los lectores articulistas. Orientándonos a observar que pasaba en los medios donde se movían. Divisemos una marca internacional entre los patrocinadores. Y se la dijimos al agricultor y a los policías, jugándonosla. Pero acertamos. Sí, era la respuesta, nos miraba el hombre extrañado.
José Antonio buscó la dirección y de inmediato llamamos a la Marca Ron Bacardi, con sede en Mollet del Vallés para que nos confirmara o negara su autoría.
Nos dijeron que no sabían nada, pero que lo pasarían a dirección y desde allí alguien nos diría algo. Pasaron horas, noche y día. Coincidió la llamada de la marca de Ron en voz de un directivo, Xavier Verges Cárceles con que estábamos nuevamente delante del Ayuntamiento de Vacarisses esperando la llegada del jefe de policía local. El Señor Verges nos confirmó que era una campaña publicitaria de ellos, pero me pidió que no diera aún el nombre de la bebida. Le vi con ganas de colaborar después de todo el jaleo liado con los círculos de las cosechas. Y le comenté si no habían tenido en cuenta que muchos realmente nos dedicamos a investigar y esto era como una burla a nosotros. Se disculpó, lo creí sincero, aunque habían querido provocar misterio y juego con los aficionados, no habían caído en la cuenta de que un sector realmente investigáramos de forma científica y periodística. Disculpándose por las molestias que nos habían ocasionado y ofreciéndonos un vuelo en helicóptero cuando presentaran la bebida. Pero yo estaba más interesada en que hicieran una nota de prensa donde declararan, si no querían del todo la cosa, pero donde dejaran constancia que era un evento publicitario. Me prometió que en unas horas lo haría. Poco después me llamaron de la marca para comunicarme que lo estaban realizando y que me lo enviarían en un momento. Pero yo estaba en la población de Vacarisses, con los ordenadores de conexión inalámbrica y a espera de entrevistarme con el jefe de Policía. Le dije que cuando regresara a casa recogería el e-mail y lo difundiría, para que quedara zanjado el tema.
Cuando llegamos ya, al parecer, Luís Alfonso Gámez, del Correo Digital, en su blog había desvelado el misterio. Había llegado al mismo puerto que nosotros, ya que un lector le había enviado un cuenco con el logo y la marca. Y aunque no era una carrera nos sentimos como dentro de una. Él lo había tenido más fácil con el ordenador cerca. Nosotros tuvimos que correr un poco más de camino, literalmente refiriéndonos a espacio recorrido y imaginariamente un hilo más largo de deducciones. Pero se demostraba que dentro del misterio se mantenía el camino correcto de la duda y de la buena praxis de investigación. Y así me lo escribió en un correo para confirmarlo Karen Márquez, la directora de comunicación de la compañía On & On. “Como pasó. El blog del correo, de hecho, lo descubrió a través de uno de los lectores, que identificó uno de estos cuencos con la señal bilbaína. Vosotros, paralelamente, y con apenas una hora de diferencia, también disteis con la clave, a través de una investigación científica, contando con la ayuda de policía e incluso un soplo -mal dado -por parte del agricultor”, apuntaba Karen en su email.
Le doy mi sincera enhorabuena a aquellos que por casualidad de la vida estaban en el lugar correcto, en el momento adecuado, sea bar o donde repartieran esos cuencos por haber desvelado la incógnita. Como también la doy a quienes siguiendo pasos de verdaderos investigadores ya sabían que era fraude.
Si subrayo aquí este punto, es por el dolor que en ocasiones oprime el corazón leer que no hacemos nada, que somos crédulos, en fin, esa sarta de lindezas gratuitas que nos ceden al colectivo de investigadores, los del según ellos pensamiento racional. Además, seguramente yo estando en un restaurante o bar o discoteca, no hubiera descubierto el enigma, a no ser que alguien a lado mío hubiera pedido ron. Porque si ya bebo poco, mientras investigo algo necesito la mente muy lúcida y sólo me permito la bebida durante fiestas. Y no era el caso porque me había quedado en casa, las horas que no estuve en Vacarisses buscando en todos los archivos el gráfico. A todo esto pese a la desilusión de muchos por ser todo producto de una publicidad esperamos que no cunda el desanimo y que si surgen de nuevo este u otros misterios se siga haciendo la investigación de campo. Aquí se podía haber resuelto el enigma por un camino más lúdico, pero eso sucede solo una vez de entre un millón de veces. Este tipo de cosas debe servirnos para aprender a ser prudentes, persistentes, perspicaces, no para desilusionarnos.
Recuerdo que muchos fenómenos extraordinarios pueden con ingenio ser reproducido, pero los genuinos surgen debidos a explicaciones que debemos encontrar y no son juegos de chistera. Y esos requieren de la aplicación de la ciencia para encontrar aquello que produce eventos extraordinarios, o que no son habituales.
Espero que esta campaña no ocasione mal al misterio, sino que quede demostrado primero que gustan tanto y somos tantos los buscadores, que dentro de un estudio de mercado saben que cualquier producto vendido así va a gustar. Y en segundo lugar que los que trabajamos en esto no somos tan ineptos...como muchos querrían. Desde luego hay que reconocer que se lo han currado los de la bebida y los de diseño de publicidad. Que quizás ha movilizado a menos gente porque han tenido que acelerar la explicación. Pero lo han hecho. Y que será una campaña que dará que hablar.
Una campaña que sirve también en España para los aficionados a los misterios, porque mientras en el Reino Unido y en Alemania muchos investigadores picaron, aquí, salvo excepciones que ni siquiera nos representan, nadie lo dio como círculo auténtico. Aunque también me ha hecho gracia de ver que muchos se ampara en no haber sido engañados y haber dicho desde el principio que parecían falsos, se nota que no fueron a los de su ciudad al menos, a verlos, aunque fuera, porque entonces no hubieran tenido que decir “creemos” lo hubieran sabido afirmativamente con datos en la mano. La investigación no cree de creencias, valga la redundancia, sino de datos y pruebas tangibles.
Este es un artículo que muchos nos habéis pedido para haceros una idea más global de lo que ha sucedido. Seguramente se nos escapan muchos detalles sobre lo sucedido, porque han sido días muy movidos, pero poco a poco iremos completando este puzzle y os iremos informando aquí, en Años Luz.
Mientras esto pasa siempre hay amantes del misterio que buscan sobre lo sucedido, incluyendo esa búsqueda en ahondar en sus propios recuerdos para intentar encontrar algo parecido a lo sucedido aquí mismo en España y de eso ha llovido muchísimo. En esta ocasión, Joaquín Abenza, conductor y director del programa radiofónico “El Último Peldaño” en Onda Regional de Murcia tiraba de su amplio bagaje en estos temas y encontraba algo similar a lo acontecido. Es el propio Joaquín quien nos comenta los hechos.
“El suceso debió tener lugar a finales de los años 70 o principios de los 80 y lo que recuerdo es que durante algunas noches de un verano, muchos oyentes del programa "Medianoche", el mítico espacio radiofónico que dirigía en la cadena SER el inefable presentador Antonio José Alés, para comunicar que estaban observando las evoluciones de un objeto luminoso no identificado. No recuerdo bien la zona en la que se produjeron las observaciones, pero yo diría que se trataba de la provincia de Madrid o algún otro lugar de la zona centro de la península.
Al cabo de varias observaciones el objeto se presentó mas cercano hasta tal punto que la observación con prismáticos permitió identificar el origen del mismo, se trataba de un globo aerostático al que se le había instalado un letrero luminoso en el cual se podía leer un mensaje publicitario de una conocida bebida de moda. Era la primera vez, que yo tenga noticia, que se utilizaba el fenómeno OVNI como herramienta publicitaria con una técnica tan sutil.
Sobre el caso de los círculos, en concreto, Abenza nos comentaba esto: “Debemos recordar que durante esas fechas, la Península Ibérica estaba inmersa en una de las oleadas de avistamientos OVNI mas importantes de la historia y el tema ufológico estaba al cabo de la calle. Los periódicos publicaban a diario noticias de observaciones (sobre todo durante el verano) y el interés de la opinión pública sobre el tema era intenso. El que ahora se haya tomado el fenómeno de los "círculos de los sembrados" no es mas que una evolución de la misma estrategia de entonces; ni que decir tiene que este tipo de campañas son altamente rentables ya que la marca anunciante consigue con muy poca inversión que se hable de ella en todos los medios sin tener que pagar nada por ello.”
El misterio de los círculos (crop circles)
Aunque en la actualidad está de moda el misterio de los círculos de las cosechas, sobre todo después de que la industria cinematográfica se ocupara de crear la película “Señales” protagonizada por Mel Gibson, lo cierto es que no es un enigma nuevo. En 1819 se encontraron círculos sobre algodonales en América, sólo que entonces se llamaban “anillos del diablo”. Junto a su aparición de la noche a la mañana, se hablaban de luces de demonios rápidos. Antes que los anillos del diablo ya se comentaban como misterios las formas geométricas que se daban azarosamente en sitios como China sobre los cultivos de arroz, hablamos de hace dos milenios y se comentan enlazándolos con venidas de los dioses creadores de la raza amarilla.
En 1960 en Australia se encontraron algunos sencillos diseminados por todo el continente y en cultivos variados. Los aborígenes brasileños hablaban de los círculos o anillos de dioses haciendo referencia a ciertas zonas de selva virgen a las que tenían por sagradas donde la vegetación adquiría por azar formas espirales y cilíndricas. En 1980 fueron encontrados nuevos círculos al Sur de Inglaterra más elaborados que los australianos o los de los algodonales y mostrando planes de complicadas formas geométricas. Pero el verdadero boom de su presencia llegó con los años 90. Tal vez porque hasta entonces no se les había prestado la debida atención como fenómeno en conjunto y común en cultivos de distintos países y solo había sido tomado como parte de leyendas locales en referencia supersticiosa hacia entidades invisibles.
En 1999 habían contabilizados unos 4.000 expandidos en más de 60 países: EE.UU., Australia, Alemania, Republica Checa, Inglaterra, Canadá, Holanda, Irlanda, Brasil, Argentina, Rusia, India, y en zonas de Sudáfrica, entre otros. ¿Quién o qué estaba haciendo aquellos círculos de considerables dimensiones en los cultivos de todo el mundo, con formas tan perfectas y pulidamente simétricas, qué intención tenían y lo más importante cómo lo lograban hacer en un día (a veces un par de horas nocturnas) y sin que nadie viera a los culpables de aquellos dibujos?
Al principio se pensaba que eran todos sobre el mismo tipo de cultivo y que el causante podía ser la simiente o grano, así como la forma de cultivar y de arar, cosas que de inmediato quedó insuficiente como explicación, pues aunque bien era cierto que se presentaban principalmente en sembrados de temporada (en tierra barbecho) cebada, trigo, maíz, avena, cañaverales, pastizales arrozales, arboledas...también se encontraron en arena y nieve.
Aún así ya teníamos tres puntos en común:
1) Se daba en cultivos de temporada.
2) En lugares de superficie o suelo blando.
3) Entraba en juego la vegetación o el suelo.
¿Tienen algo de especial los lugares donde aparecen los círculos a nivel histórico?
Ciertamente habría que afirmar que es así. Suelen aparecer en lugares con historia mística o sagrados o en los alrededores de estos. Nunca en sitios actualmente habitados, pero si en lugares otrora ocupado por humanos o cerca. Y también aparecen cerca de ruinas neolíticas o megalíticas.
En zonas de las que se cita su sacralizad y a las que se les da poderes telúricos, es decir, centros geomagnéticos importantes donde los parapsicólogos afirman existen “venas” de energía de la madre tierra. Y esos lugares podían ser un vortex de ellas al estilo remolino marino o tornado aéreo.
Steve Pages relacionó que muchos crop circles se dan sobre depósitos de agua subterránea. El agua es un buen conductor de corriente eléctrica y podría conducir corrientes electromagnéticas del planeta trasformadas hacia su superficie.
Las primeras investigaciones realizadas sobre círculos
En 1989 el ingeniero Pat Delgado montaba guardias en Inglaterra provisto de cámaras infrarrojas, binoculares nocturnos y grabadoras de vídeo y audio sensibles, pero no pudo encontrar a los culpables de los círculos. Otros un par de años más tarde tuvieron más suerte en sus filmaciones grabando luces sobrevolando sobre estos círculos, antes, durante o bien después de la formación de los mismos. En zonas como Alton Barnes en 1990 o en 1991 en el pictograma triangular del Castillo Burbury. El más sorprendente quizás es el de Oliver’s Castle, una esfera que recorre los campos mientras se forma el círculo. Desgraciadamente la publicación Ufo Encounters anunció que era un fraude y efectivamente parecen tener razón.
El Ingeniero J.H. Merden no encontró rastros analíticos inusuales en los círculos que investigó, aunque posteriormente otros investigadores afirman que las semillas están alteradas como si hubiesen sido expuestas a temperaturas elevadas o aplicaciones radiactivas. Sin embargo no encuentran rastro químico del elemento empleado para crear los círculos.
Mientras los buscadores de misterios se especializaban en este nuevo enigma y grupos preparados como el Centre for Crop Circle Studies (con periódico propio) se dedicaban a investigar, contando en sus filas a personas como la baronesa ED Mee Di Pauli, Michael Green, etc. otros civiles afirmaban ser los autores del enigma y haberlo hecho con métodos tan rudimentarios como unas tablas clavadas con cuerdas a un epicentro a modo de compás, era el caso de los jubilados británicos Doug Bower y Dave Chorley, que jamás lograron demostrarlo ya que, ¿cómo explicar las mutaciones genéticas y de forma en las plantas y que no existan roturas en los tallos con el empleo de tablas de madera?. Es más, ¿cómo dos jubilados, por muy supervitaminados y atléticos que fueran iban a recorrerse el mundo desde hace milenios provocando el fenómeno crop circle?
De entre los especialistas que han visto crecer su nombre investigando este hecho prodigioso el más conocido es el de Colin Andrews. El fenómeno fue incluso intentado seguir desde el cielo, lo hicieron Pat Delgado, el ufólogo Chris Word y el Teniente Coronel Edgecombe del grupo de investigación y reconocimiento de fenómenos aéreos, subiéndose en un avión en 1985 intentando encontrarles sentido a vista de pájaro. No lo encontraron pero se maravillaron de su gran variedad de dimensiones y gamas geométricas.
Curiosamente la forma más numerosa es el círculo, pero encontramos variantes, centradas en el uso del numero Pi 3’1416, el número que llaman los esotéricos el de la vida. También admiraron la alineación con el terreno de los dibujos y como estos respetaban y aprovechaban los propios rasgos naturales del campo y de su vegetación. Sus dibujos aunque parecen ser remolinos de direcciones múltiples la mayoría de los diseños muestran complejas pautas de ondulación.
Las plantas se doblan en una dirección, pero puede haber varias capas en direcciones opuestas, el desplazamiento selectivo del tallo es de planta por planta, quedando en pie dentro del dibujo, y mostrando (los auténticos) plantas completas y no seccionadas. Se doblan en sus nodos naturales, como si la planta hubiera ido buscando la luz para nutrirse en una especie de fotosíntesis rápida. Normalmente este proceso se llama fototropismo pero requiere del tiempo paulatino de crecimiento de la planta, salvo los girasoles que en su cáliz giran cada día buscando la luz solar y su aprovechamiento. Los cambios de las plantas son variados, también dependiendo del tipo de simiente del que procedan.
En apariencia física los terrenos parecen deshidratados, pero luego contrariamente se vuelven más fértiles. En 1997 un granjero de East Field, donde había aparecido una cosecha con círculo que representaba una cadena de ADN, comentó que había tenido un 40% más de cosecha ese año. También se aprecian cambios a nivel molecular: paredes celulares que se ven agrandadas, las cavidades de expulsión de los nodos de los tallos se anchan, los nodos se vuelven significativamente más largos en comparación con la forma habitual de esa especie de planta. A veces se halla un cambio en la composición del propio suelo como por ejemplo concentración alta de magnetita.
Pese a ello tras diez años de estudio en laboratorio el Dr. Levengood, Nancy Talbott y John Burks del equipo BLT no se atreven a teorizar sobre las causas concretas que puedan producir u originar los crop circles. Aún así sobre los círculos, una leyenda viva y que da informaciones constantes en la prensa internacional, ya se ha dicho de casi todo. Dicen que fallan los equipos electrónicos y en sus inmediaciones, sobre todo en los epicentros de los dibujos, incluidos los aviones y helicópteros que sobrevuelan la zona notan oscilaciones inusuales en relojes, brújulas, etc.
Se han detectado emisiones sonoras de 5 KHz desde su origen a diís posteriores, luego se difuminan. En esos mismos instantes las personas dicen oír chirridos en su interior y notar taponamiento de oídos. Hay círculos que se han redibujado a si mismos en una noche y donde se han registrado subidas de temperatura muy diferentes a los campos colindantes.
En ocasiones se han detectado en ellos anomalías en el campo electromagnético. Un magnetómetro de flujo alcanzó 40/50 nano teslas y lo comprobó el investigador Colin Andrews, aunque en su estudio sobre el círculo activo faltaban datos elementales como mineralogía y procesos del subsuelo. En los 24 Círculos de Windmill Hill aparecidos en el 2000 se encontraron todos los tallos doblados a una precisión casi matemática de 25 milímetros por debajo de los nodos, como si cada tallo hubiera sido doblado individualmente para conseguir tan pulido efecto. Pero un verdadero misterio debe ser aún más sorprendente y este lo es, sin desperdicio, siendo así mismo fenómeno causa y efecto tanto como prueba física, un algo que rara vez se encuentra en lo desconocido (al margen de que un día se halle la explicación racional con formulación incluida).
A mi personalmente siempre me resultaron harto sospechosos los números en que se aparecían como atendiendo al interés creciente sobre ellos de la propia opinión pública. También me detenía mucho a meditar sobre, ¿el por qué aquellas primeras formas geométricas habían ido evolucionando a dibujos mucho más complejos? Y desde luego ni con razonamiento humano o extraterrestre (por muy diferentes que sean a nosotros y su realidad distante a la nuestra la cordura es la cordura en cualquier lugar del Cosmos) este que os confiesa su propio pensar sobre esta incógnita no entiende porqué iba una civilización exterior o intraterrena a complicarse tanto la vida en mandar unos mensajes abiertamente, que nadie entienden, dejando constancia física y no iban hacerlo por otros medios más sencillos como usando el propio video o audio, o sistemas similares.
Sin embargo ahí está multiplicándose ante escépticos y creyentes, sigiloso en las noches meciendo los tallos de las plantas sembradas por el hombre que no entiende nada de su existencia como anomalía. Y como si de un juego se tratara aparecen en campos de difícil acceso de maquinaria, a veces aislados geográficamente, alejados del camino de acceso y circulación vial, sin marcas de pies o autos de los culpables.
En 1996 Basingstoke, Hampshire (Inglaterra) vio como se formaba un anillo de 1’20 de altura. Esta vez el crop circle no respetó ni siquiera el interior de las instalaciones militares, como tampoco lo hizo dentro de las instalaciones cortadas con sistemas de seguridad y vigilancia de Wiltshire (Salisbury plain) Inglaterra. Hipótesis y teorías son tantas como las propias especialidades y filosofías de los investigadores que se acercan a curiosear este misterio de los círculos. Terence Meoden hablaba de que la causa podría ser un vortex de plasma de origen meteorológico o de vientos circulares. La hipótesis Gaia habla sobre que la Tierra es un logos (consciencia viva) y se expresa a sus hijos. Defensor de esta teoría era el recientemente fallecido Collin Bloy, facultado y sanador, que creía que esas formas serian símbolos agrogramas únicos en todas las civilizaciones del Universo y de los tiempos, que intentan conectar diferentes existencias como la humana y la extraterrestre. Unas formas que pudieran ser curativas y la llave para abrir puertas energéticas o dimensionales. Lo que explicaría las reacciones psíquicas de muchas personas que dicen sentir rechazo o alegría, o elevación de la libido en esos círculos durante o después de la visita, aunque también encontramos los que reaccionas de forma negativa sufriendo jaquecas, cólicos y desvanecimientos.
Algunas mujeres afirman haberse vuelto fértiles y otras haber trastocado
su menstruación. Los más dicen notar como relajación, como si les hubieran
absorbido fuerzas o energía vital. Otros como el contactado catalán Joan
Soler piensa que esos círculos que estuvo investigando pudieron tener que
ver con su caída de cabello inusual. Hay quienes afirman haber visto bolas
blanquecinas de centímetros de consistencia gaseosa, lechosa en su visita
y luego haber experimentado ruptura de capilares nasales al salir del
círculo.
El problema de estos detalles es que aún no han sido síntomas declarados
como tales e investigados de esta manera, porque los médicos y psicólogos
no se atreven a ver en ellos más que reacciones psicosomáticas o
influencias ambientales de los turistas de crops.
Hipótesis Gaia Mixta habla de que Gaia habla con extraterrestres, viceversa
Omar Coger había investigado los tallos encontrando radiación de alta frecuencia y ondas microondas controladas, así que la hipótesis de experimentaciones secretas no esta descartada. Un desorden químico en el suelo. Acción de un hongo (micelio anular) crea el anillo de hadas, pero no complicados círculos. El origen animal también se especuló y hablaban de que los erizos o topos pudieran ser los causantes en sus construcciones de galerías subterráneas. Pero ni se encontraron huellas ni explican los anillos de arrozales (dentro de agua) o nieve.
El factor meteorológico mencionado arriba debió ser previsto o registrado en maquinas y satélites, cosa que no ha sucedido hasta la fecha. Vientos ionizados que provienen del mar, trayendo sal y residuos contaminantes.
Eso afectaría al crecimiento de los cereales pero no de forma tan calculada y daría mutaciones en las plantas. La hipótesis de ovnis, dado que se ven luces merodeando las cercanías y los cielos de los círculos podrían tener cabida, ¿pero que ovnis experimentales o de otros planetas?
Los más románticos afirman que ellos “presienten” que son las respuestas alienígenas a los mensajes enviados desde el radiotelescopio Arecibo (Puerto Rico) en 1974 a un grupo de estrellas, el racimo globular M13. Posiblemente, ¿pero de nuevo porque iban a complicarse tanto y confundirnos a los humanos, si son mensajes espaciales?
Los círculos de las cosechas en España, con anterioridad a la campaña
Las primeras noticias sobre la aparición de formas circulares y geométricas en España se remontan a los 70. Aparecieron en Valencia en cañas y arrozales, como por aquel entonces el fenómeno no era reconocido mundialmente, sólo se quedo como una curiosidad regional. Eran simples formaciones, las plantas afectadas que provocaban el dibujo simplemente crecieron en miniatura respecto a las que tenían al lado. No presentaban otra anomalía, salvo enanismo, creyeron que pudiera ser un tipo de grano, pero la curiosidad era su distribución.
El Primer círculo de cosechas en España investigado en más profundidad fue catalán. Salió en una finca de Els Omellons, Lleida, la plantación era de Centeno. Eran círculos concéntricos de gran tamaño con uno exterior menor a modo de satélite del primero. Era Febrero de 2000, de 26 y 36 metros .
Allí fueron los Mossos de D’Esquadra. Se publicó el caso en las revistas especializadas, pero también aparecieron en publicaciones generalistas y de diferentes sectores. El dueño de la plantación se vio abrumado y a partir de allí sólo dejó seguir investigando a quién le pareció prudente. Se da la casualidad que la zona no dio cosecha a la siguiente temporada, con lo que hubo de ponerse en barbecho dos años, como si hubiera trabajado en exceso. El segundo círculo en cosechas investigado en profundidad también fue catalán. La cosecha era de trigo, en Castellfollit del Boix (Girona).
Cuando fuimos a investigar a la localidad catalana de Castellfollit del Boix, un municipio situado al suroeste de la comarca del Bages, al límite con la Anoia. Los círculos que allí habían aparecido días antes nos llevamos una enorme decepción. Eran fraudulentos, creados rudimentariamente por alguna finalidad desconocida. Aunque desde lejos, vistos desde arriba, desde el mirador que hay en esa zona, pudieran parecer auténticos (es decir no manipulados por la mano humana) de cerca eran obviamente todo lo contrario. Los tallos habían sido machacados al pasarles un considerable peso con "el objeto desconocido" que pudieron emplear en la formación del dibujo.
Horas después de la primera ojeada y después también de haber recogido testimonios en ese y otros pueblos circundantes creíamos haber encontrado el "objeto lápiz", que no era otro que balas de paja de forma circular recogidas de campos cercanos y que abundan en esos lugares usadas para alimentar a las reses vacunas de la zona. Los análisis del grano, de la tierra, de los tallos nos ratificaban que aquel círculo no contenía radiaciones o deformaciones a tener en cuenta y que se trataba de un humilde grano de trigo mediterráneo.
Tal vez los dibujantes anónimos se habían encaramado a aquel lugar de noche (de día hubieran sido vistos desde la posición de los vigilantes del mirador) y en un grupo de al menos tres personas dibujarían el circulo
central de un diámetro de 8 metros y los 19 satélites de un metro que se
distribuían en su zona noreste. La idea tal vez les vino de conocer que en
días siguientes se estaba organizando una alerta que iba a ser
radiodifundida por una cadena de radio nacional y o bien se hizo para
buscar la confirmación o para desacreditarla si los investigadores
hubiéramos autentificado su origen. El círculo de las cosechas de
Barcelona queda pues desestimado como auténtico siendo, aunque no es la
primera ocasión que sucede este tipo de fenómeno “humano” en Cataluña. En
el año 2000, en Les Garrigues, concretamente en el municipio leridano de
Els Omellons aparecieron dos extraños círculos en el campo de cebada de
Josep Gaya y Dolors Piñol. La altura del sembrado, de apenas 15
centímetros no se vio afectada por los círculos que se formaron por la
decoloración gracias a la acción de una especie de sulfato, según
declaraba el propio alcalde del pueblo, Miquel Catalá.
De todas formas la elección de los grupos "dibujantes anónimos humano" de
estos círculos no era al azar. En ambos sitios se han registrados por años
una importante casuística ovni y son dos centros de reuniones de grupos de
contacto. Durante nuestras pesquisas de investigación, a pesar de
llevarnos la ingratitud de toparnos con un fraude, pudimos comprobar la
existencia de otros testimonios más creíbles de avistamientos importantes
desde hacía décadas. Pero la sorpresa final nos la llevamos en casa al
descubrir entre las tomas fotográficas que habíamos hecho al vigilante
entrevistado una extraña forma que no vimos en aquel momento y que tuvo
que pasar en presencia de un nutrido grupo de caminantes y vecinos que
estaban junto a nosotros en el mirador. Aunque en primera instancia
apostamos porque pudiera tratarse de un ave, queda la duda en el aire.
Como habréis podido observar el fenómeno que rodea a los círculos en las
cosechas es hartamente intrincado, siendo muy difícil diferenciar la
verdad de la paja, nunca mejor dicho. Sin embargo, pensamos que una serie
de estudios serios y multidisciplinares podrían resolver gran parte del
enigma o por lo menos dejarnos sólo la incógnita de unas pocas
formaciones, que podrían ser el origen y a la vez explicación del misterio
de los crops circles.
A principios de junio, un círculo de 46 metros de diámetro apareció en los alrededores del castillo de Barbury, en el sur de Inglaterra. Su forma despertó la curiosidad de Mike Reed, un astrofísico retirado que ha sabido descifrar su significado semanas después. Para sorpresa de muchos matemáticos, el icono simboliza la cifra 3,141592654; es decir, los 10 primeros dígitos del número Pi. (∏)
Bueno este tintero se va convirtiendo, por mi afán de hablar de todo un poco, en un pozo sin fondo. Es deformación de buscador, defecto de curioso, pecado de divulgador y sobre todo orgullo humano el querer mostrar que lo aquí recogido no es más que una millonésima parte de todos esos misterios pendientes que nos depara el futuro y nos proceden de todos los tiempos.
Nuestro propósito no fue darte respuestas, sino animarte a formularte
preguntas y sobre todo descubrirte que no todo está determinado, archivado
y clasificado ni en nuestras vidas, ni en el planeta donde moramos.
Y que lo mismo amigo/a buscador/a puedes ser realmente un gorila
embellecido por el azar de la genética, como el descendiente con amnesia
de una supercivilización pérdida y por qué no, ¿un vestigio de que antes
vinieron del espacio?. El que responda estas incógnitas habrá dejado de
ser humano y no se sentirá mortal, porque sabrá los “secretos de los
dioses”.
Nosotros, que aún no sabemos nada, simplemente seguiremos empeñados en encontrar sentido y unión a todos los cabos sueltos que afortunadamente los inconformistas, curiosos y la ciencia van enlazando. Un día tiraremos del hilo y sabremos hasta dónde llega y quién sostiene el otro cabo.
Nota del S.I.O.: Como acaba de leerse en este ‘mea culpa’ tan extenso de los colegas españoles, no es sino denotar el empeño y hasta sagacidad con que actuaron en busca de una respuesta. ¡Cualquiera fuere!
Es dable suponer las carcajadas que habrán emitido los maliciosos de siempre que también abundan generosamente en España, ante tamaño descubrimiento. La firma Bacardi, nunca debió sospechar que su campaña publicitaria iba a desatar una investigación de parte de los ovnílogos españoles y, lo que es más valioso, fue que se logró descubrirlo. Podemos o no, aceptar que dicha campaña ha sido ¿ingeniosa?... o que los creativos de la empresa han agotado su ‘creatividad’ y asumieron que nadie repararía en la ‘incógnita’ que sembró la campaña visual del ron Bacardi. ¡Pues erraron!
El bombardeo de publicidad que recibe hoy por hoy el ciudadano mundial es francamente aterrador (lo digo como hombre de medios). El segundaje publicitario provee millones a las empresas tanto anunciantes como anunciadoras, y los programas denominados ‘talk shows’, entablan soberbias batallas para poseer a tal o cual anunciante. Es cierto que el mundo de hoy vive de la publicidad. Ni el menos avispado con ganas de vender algo, suprimiría la posibilidad de publicitar aún en el medio más modesto ‘alguien oirá su reclame’, y estará presto a comprar…
Y así como en Argentina (y otros países), el erotismo abunda en las campañas publicitarias se observa como ‘un culo’ o unas ‘tetas abundosas’ venden tornillos, automóviles, camiones, colchones, muebles, bebidas carbonatadas, edificios, solares, etc., son escasos los ejemplos argentinos donde se haya puesto manos a los ‘platos voladores’, ‘alienígenas’, etc., para publicitar (pero ejemplos ¡los hay!)
Y ahora, en España (lo esperable es su no reiteración), se concita el hábito de beber ron con sendas cuanto espectaculares apariciones de agroglifos. Lo dicho: ¡los publicistas no reparan en nada al momento de vender algo!
Circulos de las cosechas. Interés por desinformar...
¿Qué se oculta?
Por David Kether (
En 1990, en la cima del interés mediático sobre los círculos de los cultivos, la BBC y la Nippon TV patrocinaron una vigilia de 24 horas en Bratton Castle, Wiltshire, con el nombre de Operación Mirlo, para intentar filmar el momento de la formación de un círculo de la cosecha. El proyecto se programó para que durara tres semanas, utilizando una vigilancia constante de veinticuatro horas, una cobertura mediática masiva y una considerable presencia militar gubernamental con equipamiento infrarrojo, de visión nocturna y radar.
Sorprendentemente, se descubrió un círculo de la cosecha apenas en el segundo día. Colin Andrews, para entonces la principal autoridad en el tema, fue contactado urgentemente, pero cometió el grave error de proclamar el suceso de `gran importancia' antes incluso de que él y Delgado hubieran visitado la formación.
En realidad, el diseño resultó ser un fraude, y como consecuencia, la reputación de Andrews se resintió extraordinariamente. Se trataba de una orquestada campaña de desprestigio que consiguió lo que se proponía: que el público asociara los círculos de lascosechas con bromas de chiflados.
Pero la pregunta que entonces se planteaba era: ¿por qué el gobierno y los medios de comunicación invirtieron tanto dinero en desmontar un misterio tan inocente?
En septiembre de 1991, justo un día después de la primera conferencia internacional sobre círculos de las cosechas en Glastonbury, bajo el titular `Los hombres que engañaron al mundo', un periódico sensacionalista presentó a Doug Bower y Dave Chorley, dos hombres excéntricos de unos sesenta años de edad, como los únicos autores de todo el misterio de los círculos de las cosechas, utilizando para ello -según decían- simplemente tablas, cuerdas y una gorra de béisbol especialmente modificada.
Lo que Bower y Chorley no llegaron a explicar fue ¿cómo pudieron estar en varios lugares a la vez, creando círculos de las cosechas en todo el mundo, y cómo su sencillo método de tablas también podía funcionar sobre césped, ortigas, cultivos invernales como la remolacha o la col rizada, bajo el agua en los arrozales como sucedió en Japón, e incluso en las hojas de los árboles, o sobre la fina capa de hielo de un lago, y a 3.900 metros de altura en las montañas nevadas de Afganistán?
Para una gran parte del público que seguía la historia fue el final de una broma realizada por agricultores borrachos.
Desde entonces, diversos grupos, aparentemente de desinformación y deliberadamente dirigidos a crear ofuscación pública y desviar la atención de cualquier conexión extraterrestre a los fenómenos de los círculos de cosechas, han intentado promover la idea de que los "círculos de las cosechas" no son otra cosa que artefactos humanos.
Parece que estos grupos también están "vandalizando" las formaciones, en un esfuerzo para hacerlas parecer 'engaños', para minar afirmaciones de su origen extraterrestre.
Janet Ossebaard, la investigadora horlandesa experta en crop circles, escribe: "Se volvió más claro para mí que estábamos siendo testigos de los efectos de una extremadamente poderosa campaña para desacreditar las afirmaciones de su origen alienígena" (…) "La verdad es que esos agujeros en el suelo y otros rastros de engaños no pudieron ser encontradas en la mayor parte de las formaciones, hasta el SEGUNDO día de su existencia… Un bonito ejemplo fue la formación de la Colina de Molino de Viento: en el primer día, todos los visitantes eran unánimes sobre la belleza y perfección en la disposición de la formación. No había, en absoluto, ningún rastro de origen humano. Pero de repente, al segundo día, había agujeros claramente visibles en el suelo, como si alguien hubiera martillado un palo en el suelo para apuntar y marcar los centros y poder crear después los círculos."
De la desinformación a las amenazas
En 1998, en una entrevista concedida al periodista Jon King, Colin Andrews denunciaba la existencia de un complot para eliminar a los investigadores de los círculos. Según cuenta Andrews en esta entrevista, en julio de 1989 recibió la visita de una persona que dijo trabajar para la CIA, quien le informó, entre preguntas, insinuaciones y veladas amenazas, de que sus colegas en la investigación iban a ser "eliminados" del programa.
El programa de la CIA, iba a cumplirse en dos fases. La primera, potenciaría la difusión de la realidad del fenómeno; la segunda, la desacreditaría bruscamente, utilizando para ello a sus ex colegas, antiguos promotores devenidos en desertores o -peor aún- en detractores.
En esta entrevista Andrews reconoce haber llegado a estar realmente aterrorizado por la situación en la que llegó a encontrarse, y explica el interés de la CIA en él, como persona extraordinariamente conocida entonces por su incesante aparición los medios. También explica en detalle el plan que la CIA había preparado para conseguir sus objetivos, y que, según parece, funcionó según lo previsto. Así como la propuesta que le realizaron para conseguir su propia participación…
El 19 de julio de 2002, Michael Irving, escribe en la web Rumor Mill News: "Conocí a Colin personalmente y estoy seguro de que el plan que él mismo se encargó de describir se ha ejecutado totalmente. Colin Andrews ahora no podría decir la verdad sobre el origen ET de los círculos de cosecha incluso cuando lo deseara. Si lo hiciera, probablemente tendría la más corta esperanza de vida que cualquier persona sobre la Tierra..."
Según Irving, Colin "habría conseguido un contrato con la Fundación Rockefeller" , y desde que comenzó a recibir ese sueldo, Colin guarda silencio sobre la conexión ET de los círculos y renunciado a todos sus principios…
Lo cierto es que Andrews, Delgado y Meaden, los investigadores de crop circles más famosos del mundo, defensores de la autoría extraterrestre de los diseños, acabaron desapareciendo de los medios de comunicación, y la investigación siguió desarrollándose por otros, con discursos más prudentes o "científicos".
Fuente:
http://www.exopoliticsspain.es/sp/evidencia/circulos-cosechas.htm
COLOFÓN
Y bien. La historia reciente del fenómeno agrogiflos, desde su aparición en Inglaterra y disperso luego por varios países de Europa y hasta Asia, ha resultado un enigma en si mismo y cientos de personas bien intencionadas decidieron su investigación con los métodos más tradicionales y otros que se fueron agregando con el paso del tiempo acorde a las exigencias que cada caso presentaba. Ello se parangonaba con la historia de la investigación de Ovnis, aunque por el momento, igual que las mutilaciones de animales, no encuentran punto de concatenación con los fugaces objetos no identificados, pese a quienes consideran que lo hay.
Como en las investigaciones policiales y judiciales, ‘hasta que no se pruebe lo contrario, todo sujeto es inocente’. Aquí, hasta que no haya pruebas consistentes, no resulta atinado asociar mutilaciones y agroglifos a los Ovnis; habida cuenta de las características de uno y otro fenómeno. Decimos fenómeno, ya que nos parece correcto denominarlo así a mutilaciones y agroglifos, pues, junto al enigma que encierran establecen pautas de comportamiento tales que se salen de lo que llamamos ‘normal’, aunque en este mundo de las relatividades que habitamos, hasta lo anormal pudiera resultar normal y viceversa
HASTA DENTRO DE 15 DÍAS Y GRACIAS POR VISITAR ESTE BLOG.
COLOFÓN
Y bien. La historia reciente del fenómeno agrogiflos, desde su aparición en Inglaterra y disperso luego por varios países de Europa y hasta Asia, ha resultado un enigma en si mismo y cientos de personas bien intencionadas decidieron su investigación con los métodos más tradicionales y otros que se fueron agregando con el paso del tiempo acorde a las exigencias que cada caso presentaba. Ello se parangonaba con la historia de la investigación de Ovnis, aunque por el momento, igual que las mutilaciones de animales, no encuentran punto de concatenación con los fugaces objetos no identificados, pese a quienes consideran que lo hay.
Como en las investigaciones policiales y judiciales, ‘hasta que no se pruebe lo contrario, todo sujeto es inocente’. Aquí, hasta que no haya pruebas consistentes, no resulta atinado asociar mutilaciones y agroglifos a los Ovnis; habida cuenta de las características de uno y otro fenómeno. Decimos fenómeno, ya que nos parece correcto denominarlo así a mutilaciones y agroglifos, pues, junto al enigma que encierran establecen pautas de comportamiento tales que se salen de lo que llamamos ‘normal’, aunque en este mundo de las relatividades que habitamos, hasta lo anormal pudiera resultar normal y viceversa
HASTA DENTRO DE 15 DÍAS Y GRACIAS POR VISITAR ESTE BLOG.